La armonía de color como filosofía de vida
A simple vista, Carla es una fuerza de la naturaleza, como un torbellino rosa y fucsia que marca su presencia con cada paso que da, pero ni bien habla, uno puede notar que es mucho más que eso. Su pasión por el diseño, su amor por combinar un arcoíris en un solo look sin miedo, su buen gusto al elegir los tonos y texturas que se pondrá, todos estos detalles hacen única a la influencer argentina que nos visitó para dictar una charla en el Esplendor Asunción A Wyndham Grand.
Por Patricia Luján Arévalos | Fotos de David Awa Duarte
Comercialmente, Carla lleva diez años metida en la moda; pero como amante de la ropa, lleva muchos más. “Vivo vestida de todos los colores desde los 13 años más o menos, siempre fui como el bicho raro”, recuerda. la diseñadora y asesora de imagen asegura que para el color no hay barreras y que el verso de que el negro nos hace ver más flacas es un mito.
“En Argentina, por lo menos, es muy difícil convencer a las mujeres de que cambien sus outfits, aunque ahora se están animando un poco más. Es difícil que salgan del blanco, negro, gris y nude, pero a mis clientas las cambio: les enseño a usar el nude con un verde loro, con amarillo, para que vean que incluso usando lo básico se pueden armar looks coloridos, aunque sean muy clásicas”, explica Bugarin.
Cus clientas abarcan un rango bastante grande y, afortunadamente, son cada vez menos reacias a las combinaciones propuestas por la estilista. “al principio costó”, dice, y agrega: “porque desde las más chicas hasta las más grande se uniforman con lo básico, la ropa ajustada, aunque por fin en Buenos Aires se está empezando a usar el oversize. Veo que las paraguayas usan prendas al cuerpo; sin embargo, está bueno si lo usás porque te sentís cómoda. Eso es lo que importa, finalmente”.
Su trabajo, a través de charlas, asesoría y su cuenta de Instagram, es enseñar a las mujeres a no tener miedo de expresarse a través de los colores. “sea rojo, azul o negro, quiero que se diviertan con la ropa, para eso está. Todos los días tenemos que vestirnos y podemos ponerle onda a la vida desde la moda”, dice con una sonrisa que no deja lugar a dudas: para ella, hablar de una blusa, de unas gafas o de un par de zapatos es comparable con hablar de arte.
Carla considera que cerrarse a ello es restringir las enormes posibilidades que tenemos todos los días de dejar nuestra huella: enfatiza que no hay límites de edad ni de peso para mostrar al mundo un poco de tu personalidad a través de los colores. “Eso de no animarse es una cuestión que está en la cabeza. Hay que acostumbrar a la mente a pensar que no está mal vestirse de colores. si algo te gusta, ¿por qué no te lo vas a poner?”.
Atípicamente cool
Algo que debemos tener muy claro es que Carla no es tu típica chica cool, su genialidad viene de un espectro menos usual, una característica que atrajo a más de 82 000 fans en Facebook y otros 41 000 seguidores en Instagram. “Exploté en Facebook cuando empecé a subir fotos mías frente al espejo con prendas de mi local en combinaciones raras”, recuerda.
“Siempre usé stilettos en punta y con tacos altos, algo diferente a lo que se venía usando en argentina, donde las chicas estaban enamoradas de las plataformas, ¡unos ladrillos!”, dice entre risas la influencer. Entre los nombres fashion de argentina destaca a Gabriel Lage, Verónica de la canal (aunque no es su estilo, aclara) y Mila Kartei, además de su amigo personal Santiago Artemis.
En su faceta de diseñadora, Carla Bugarin prefiere hacer zapatos antes que ropa. Es propietaria de las Felipas, una tienda de moda bonaerense donde vende su marca de calzados, Cabu. “La transición de ser asesora a crear mis propias prendas la hice sin darme cuenta, fue muy orgánico y natural. Este año que entra espero involucrarme más en Cabu. Me gusta meter mucho color a los zapatos, usar volados, y quiero explotar mi empresa desde ahí”, comenta.
Con la esperanza de ver looks más osados y mujeres que se animen a más, Carla se despide diciendo que ella tiende a no proyectar demasiado su futuro: “yo dejo que las cosas sucedan. amo viajar para buscar inspiración, pero para la vida, porque la inspiración en moda me viene de la música, de una película y de la calle, por sobre todo”.