Joy by Dior. El glamour de siempre, el lujo en toda su esencia 

Hasta donde alcanza la memoria, Dior siempre se dedicó a conseguir la felicidad de las mujeres. Esta misión es una dedicación, una obsesión que guía a la casa de moda. Desde su entrada en escena en 1947, saliendo de los años oscuros, hasta hoy, momento en el que revela su nueva creación. 

El alma Dior sigue siendo, siempre, de impactante feminidad, de lujo y de placer. Hace 20 años que no lanzaba un nuevo gran perfume femenino. Pero el deseo imperioso de crear una fragancia inédita se impuso de nuevo. Como siempre, los creadores estuvieron de acuerdo con que debía obedecer a ese ideal Dior, que otorga felicidad dentro de los contornos de un lujo esencial, visionario. 

La fragancia se inscribe en este espíritu: el de una promesa de felicidad encarnada en el lujo de un glamour original, nunca olvidado. Es una nueva declaración de amor a la vida. Una historia jamás contada, una expresión de nosotros mismos y un regalo a las mujeres. como si Christian Dior volviese y se presentara, con su característica bondad y convicción, y dijera: “¡creadme un perfume que huela a alegría!”. Así nació Joy by Dior. 

“La creación de un nuevo perfume Dior es un acontecimiento. Tanto para la maison entera como para mí”, mencionó François Demachy, perfumista de Dior. “Tiene que unir géneros, seducir tanto a hombres como a mujeres. Debe poseer una extensa y generosa dimensión, una firma fuerte. Tuve la suerte de conocer su nombre desde el principio. y, ¡qué nombre! Es corto, vivo pero sin grandilocuencia. Abierto a un sinfín de posibilidades. Para contar su historia, elegí crear una estela envolvente, marcada al mismo tiempo por la suavidad y por la energía. Joy by Dior es un soplo, un camino que se sigue y que te transporta”. 
Jennifer Lawrence es el rostro de Joy by Dior. Auténtica en todas sus facetas, da a Joy by Dior los colores de toda su personalidad, al igual que de su sensual y natural feminidad. Una estrella brillante, inquietante y generosa para una estela- sentimiento que exige una dedicación absoluta.

UN SENTIMIENTO EN UNA ESTELA 

Joy by dior está ahí, como una evidencia sensorial, un abrazo, una embriaguez de los sentidos que nadie cuestiona. Porque al final no se puede decir si es fresco, embriagador, oral o lácteo. Qué importa, ya que es todo a la vez, en un solo golpe. Simplemente, emociona. Y la única palabra llega a la mente es alegría. 

LA SONRISA VIBRANTE DE LAS FLORES Y DE LAS HESPÉRIDES

Regocijos inmediatos, la cáscara de bergamota y la mandarina subrayada de aldehídos explotan al unísono con las ores. La rosa, usada en esencia y en absoluto, y el embriagador jazmín se mezclan a estos frutos jugosos en una sonrisa vibrante.

Inmediatamente, rodea y acaricia notas de madera untuosa y láctea. Es el sándalo cálido y cremoso que envuelve con suavidad, sostenido por una ligera pizca de cedro y una gota de pachulí. 

De entre la numerosa familia de los almizcles, algunos están ahí especialmente escogidos y dosificados para envolver el conjunto de un soplo claro y empolvado. Los almizcles evanescentes se encuentran con las maderas y las ores que a su vez, las llenan y las encarnan. El efecto es de un perfume de piel, una firma íntima, suavemente sensual. 

Joy by Dior elige la modernidad de los códigos y la forma reconocible de la nueva estirpe icónica de los frascos Dior. Simple y luminosa, su feminidad surge de un color plata vivo y el rosa radiante de un jugo inmediatamente atractivo. Un hilo plateado claro y brillante se enrolla sobre su tapón, como una ligera joya finamente grabada que acoge su nombre, resguardado en el círculo perfecto de la O.