La idea de un negocio particular llegó a Montserrat Rojas a través de sus experiencias fuera del país. Atendiendo al interés de las mujeres paraguayas por preservar su imagen y a la tendencia que observó en el extranjero, de salones de belleza especializados, nació Amano Spa.
Cuando Montserrat y su esposo Sergio Castro se radicaron en Paraguay decidieron invertir en un negocio prácticamente nuevo para el país. Así fue que se asociaron con Rodrigo Maluff y Eduardo Gustale, y entre los cuatro fundaron las bases del salón que hoy es referente en el cuidado de las manos y los pies de hombres y mujeres.
Del 16 al 21 de abril pasados, Amano celebró sus primeros seis años de vida. Conversamos con Montse Rojas para dar una mirada a sus comienzos, evaluar su presente y tratar de conocer los bosquejos que esta sociedad está diseñando para la empresa.
“En aquel momento, optamos probar con un primer ejercicio, probando el terreno, conociendo a las profesionales y apuntando a hacer lo mejor, en todo sentido. Quisimos ofrecer lo más óptimo en servicios, productos, higiene y ubicación… toda una experiencia”, explica la empresaria, y con seguridad, podemos decir que lo consiguieron.
Seis años después de su creación, Amano es un referente. Sus servicios van desde una manicura sencilla hasta un full spa de manos y spa, con exfoliación, hidratación y nutrición. Podríamos citar dos principales diferenciadores que garantizan el éxito de este establecimiento: una atención calificada y encantadora, y productos de la más alta categoría.
Como Montserrat comenta, todas las profesionales llevan años como staff fijo del negocio; por lo tanto, la variable asociada con la alta rotación de personal no tiene incidencias negativas en el equipo. Todas ellas son parte de la familia y algunas llevan trabajando con los cuatro socios desde la fundación del local.
“Desde el principio, apuntamos a entregar beneficios a las profesionales para que ellas puedan valorar su profesión, sentirse importantes y a través de la calidad de trabajo, poder entregar siempre el mismo resultado de excelencia”, acota. Asimismo, entregan a sus colaboradoras las mejores herramientas para ofrecer un servicio de calidad inigualable a los clientes. La empresaria comenta que Amano cultivó una relación muy cercana con los distribuidores a fin de asegurar capacitaciones pertinentes y los productos más nuevos, siempre.
De igual manera, los socios están atentos a las tendencias de los mercados internacionales, y a través de constantes viajes, investigan las oportunidades de invertir en productos que eleven la experiencia del cliente dentro del salón.
Montserrat Rojas confiesa a Level que hay dos planes en movimiento para hacer aún mejor la experiencia en Amano Spa. Uno de ellos implica la creación de un espacio más íntimo de relajación dentro del local ubicado en Lillo casi Malutín; el otro, la inauguración de un local nuevo para acercarse aún más a sus clientes, en un punto distinto de la ciudad.