Arquitectura y diseño biofílico, una estrecha conexión con la naturaleza

La biofilia es un término acuñado por el biólogo estadounidense Edward O. Wilson para describir que los humanos sienten una afinidad innata por todo lo viviente. Arquitectónicamente, significa la capacidad de generar espacios que respetan la naturaleza y los procesos vitales, incorporando elementos de fauna y flora que conviven con el espacio construido para el hombre.

Por El Arq. Luca Meza | Fotos Gentileza

La aplicación de la biofilia en la arquitectura varía en función de la ubicación, el tipo de espacio y su función, o del público que va a acoger. Según la tipología del edificio, se definen estrategias que permitirán generar ambientes que mejoren la calidad de vida de los usuarios de un espacio. En pocas palabras, el diseño biofílico se centra en aquellos aspectos del mundo natural que han contribuido a la salud y la productividad humana.

En esta edición, seleccionamos algunos espacios que reflejan y contienen naturaleza viva dentro de los espacios interiores, brindando calidez y bienestar a la construcción.

BARBICAN CONSERVATORY. Londres, Reino Unido

El icónico conservatorio —diseñado por los arquitectos británicos Chamberlin, Powell and Bon— incorpora y alberga peces exóticos, tortugas acuáticas y más de 1500 especies de plantas y árboles de zonas templadas, algunas de las cuales son raras y están en peligro de extinción.

Este singular edificio cuenta también con dos piscinas. En una habitan carpas koi, especie herbívora de peces de Japón y Estados Unidos, así como otros peces de agua fría, mientras que la más pequeña ofrece un refugio seguro para las tortugas acuáticas.

El conservatorio no solo sirve como un oasis verde y telón de fondo para numerosos eventos, sino que también permite a los visitantes aprender sobre la biodiversidad y las plantas en peligro de extinción. El Barbican se abre a un área junto al lago que proporciona un hábitat para una variedad de flora y fauna, entre los que se encuentran peces, fochas, ánades reales, garzas y pollas de agua.

Arquitectónicamente, la biofilia significa la capacidad de generar espacios que respetan la naturaleza y los procesos vitales, incorporando elementos de fauna y flora que conviven con el espacio construido para el hombre.

SECOND HOME. Lisboa, Portugal

Creado por el estudio madrileño de arquitectura SelgasCano, este espacio comparte el mismo edificio que el mercado de alimentos más antiguo de Lisboa: Mercado da Ribeira. La Segunda Casa de Lisboa es el último espacio de coworking creativo en abrir sus puertas en la capital portuguesa.

El proyecto está lleno de colores vivos y vegetación, proporcionando un espacio de trabajo y una variedad de instalaciones para sus miembros. A medida que aumenta la tendencia de los espacios de trabajo en conjunto, Second Home Lisboa espera convertirse en un lugar enfocado en la sostenibilidad y generar conversaciones y relaciones entre los ocupantes. El espacio cuenta con más de 1000 plantas y árboles distribuidos en su interior y SelgasCano no solo utiliza la vegetación como un elemento decorativo, sino también para reducir el ruido de fondo y mejorar la calidad del aire.

HA LONG VILLA. Ha Long, Vietnam

Esta vivienda —diseñada por el estudio japonés Vo Trong Nghia Architects— se ubica en la bahía de Ha Long, un sitio muy afectado por la presión turística. Esta estructura forma parte de la serie Casas para los árboles, una iniciativa que promueve un nuevo equilibrio entre lo construido y lo natural, y reivindica la dimensión social y ecológica de la vegetación.

Con estos principios como punto de partida, la construcción se organiza en un volumen pentagonal compuesto por dos muros de hormigón paralelos, generando un espacio intermedio que juega un papel fundamental como dispositivo de climatización pasiva a través de una estrategia dual: por un lado, favorece la ventilación adecuada del interior debido al efecto chimenea; y por el otro, reduce la temperatura gracias a la abundante presencia de plantas y árboles de especies autóctonas, que enfrían el aire por efecto de evaporación y tamizan la excesiva radiación.

Además de funcionar como colchón térmico, este espacio aloja una escalera perimetral que conecta los seis niveles en los que se distribuye el programa doméstico.

La inclusión de la naturaleza y la fauna en nuestros espacios y diseños arquitectónicos fortalece nuestro sistema inmunitario, agranda los espacios interiores y nos recuerda la importancia de vivir en armonía con la naturaleza.