JACQUEMUS, EL NOMBRE DEL QUE TODOS HABLAN

Simon Porte tiene solo 29 años y desde hace varias temporadas viene conmocionando al mundo de la moda. Con su estilo minimalista, de siluetas originales y definitivamente francés, dejó boquiabierto a más de uno.

Por Gina Gaona

Las creaciones para su firma Jacquemus llegaron como un aire fresco para la industria, posicionándolo hoy como uno los talentos más prometedores.

Su marca es una auténtica declaración de amor. La fundó en el 2009 en honor a su madre, por quien sentía una profunda devoción. Por ello, decidió bautizar a su firma con su apellido materno: Jacquemus. Ella falleció cuando él tenía 18 años y ese shock fue para él el puntapié para crear su propia marca, sin perder el tiempo.

Sus creaciones tienen mucho que ver con su historia personal. Sus prendas están impregnadas de recuerdos de su infancia, por lo que puede vislumbrarse en ellas un dejo de melancolía e inocencia. Sus raíces en el campo también se reflejan en sus colecciones.

Un joven en busca de un sueño

Simon Porte Jacquemus nació en una pequeña ciudad del sur de Francia. La imagen siempre le despertó interés y comenzó a hacer ropa desde muy pequeño, aprendiendo por su cuenta.

Cuando cumplió 18, se mudó a París para estudiar moda. Pasado un tiempo, dejó sus estudios y comenzó trabajar como asistente de estilista en la revista de moda Citizen K.

Era un chico de solo 20 años cuando lanzó su propia firma. Trabajaba en la tienda Comme des Garçons y utilizaba su tiempo libre para diseñar sus colecciones. Apenas creó su marca, hizo que sus amigos vistiesen sus prendas en las tiendas durante el Fashion Night Out de Vogue, con el fin de ganar visibilidad. Su creatividad y tenacidad tardaron nada más que dos años en dar frutos. En el 2012, ya había sido invitado a presentarse en la semana de la Moda de París.

En el 2015, consiguió otro gran logro. Recibió el prestigioso premio especial LVMH, un concurso para jóvenes talentos. Desde entonces, su carrera no hizo más que ascender.

Muy a menudo, Jacquemus emplea en sus diseños tejidos provenientes de proveedores de ropa de trabajo. En sus inicios, esta no fue una decisión deliberada, como tampoco lo fue su característico minimalismo. Se trató más bien de una cuestión de adaptación, ya que en ese momento no contaba con demasiados recursos para materializar sus creaciones.

Cuenta que mientras paseaba por un mercado francés, hace más de 10 años, se topó con una costurera en una tienda de cortinas y le preguntó cuánto le saldría hacer una falda. “Al día siguiente volví con la tela y el dibujo de la falda. Así fue como comencé mi primera colección, fue muy espontánea y divertida”, recuerda en una entrevista.

Con prendas asimétricas y muy particulares, su estilo se balancea entre lo artístico y lo comercial. Prácticamente todas las piezas que exhibe en las pasarelas se pueden encontrar también en su showroom.

Más que un diseñador, un storyteller

Jacquemus se considera a sí mismo como un narrador de historias. Ve a la moda como una manera de contar algo.
Él se encarga personalmente de la dirección de arte de las campañas publicitarias de su marca. Confesó que es una de las tareas que más placer le producen.

También relata sus historias y expresa su visión a través de las redes sociales, donde se mueve con soltura.
En instagram, supera las 800 000 seguidores. En sus publicaciones podemos comprobar que la originalidad es algo intrínseco de su ser.

#NewJob

El año pasado, despertó rumores y mantuvo intrigados durante días a sus fans de instagram usando en sus posteos #NewJob. Lo que tenía para anunciar era que pronto lanzaría una colección masculina. La misma vio la luz finalmente en junio, escribiendo un nuevo capítulo en la historia de Jacquemus.