Lali González, belleza cautivante y talento intrépido

En pleno corazón de Recoleta, Buenos Aires, nos encontramos en una casa muy particular con la reconocida actriz Lali González. Entre esculturas, obras de arte y curiosos artefactos, nos relata los entretelones de su carrera como actriz, su devenir de madre y su rol actual como conductora televisiva en el país vecino.

Por Matías Irala | Fotos Daiana Aquije

En pleno corazón de Recoleta, Buenos Aires, nos encontramos en una casa muy particular con la reconocida actriz Lali González. Entre esculturas, obras de arte y curiosos artefactos, nos relata los entretelones de su carrera como actriz, su devenir de madre y su rol actual como conductora televisiva en el país vecino.

Con una postura serena y una mirada fija similar a la mítica obra La Gioconda, de Leonardo da Vinci, nos encontramos con la actriz Lali González en una residencia en pleno centro de Recoleta, Buenos Aires, que data del sigloXIX.

Ataviada con un vestido negro, enigmático y en perfecta sintonía con el contexto del lugar, la multifacética artista va aderezando la velada con anécdotas y datos sobre su primer amor: la actuación.

“Cuando me consultan sobre mi proceso de construcción de personajes, siempre explico que lo relaciono con el tiempo. Creo que, a medida que una va recopilando anécdotas, vivencias o reflexiones relacionadas con la interpretación, va gestando a la par el modelo del personaje; no creo que exista una sola fórmula para actuar”, reflexiona González.

Lali dio su primer pináculo en el cine de la mano de la premiada película paraguaya 7 cajas, donde encarnó a Liz, la amiga de Víctor, protagonista del filme. En su bitácora actoral, también destacan las películas El jugador y Un lugar en el Caribe, que la llevaron a trabajar en producciones internacionales al lado de grandes estrellas como Alejandro Awada y Fermín Gaekel.

Al ser consultada sobre cómo ve actualmente el cine local y cuáles son los retos para seguir expandiendo el flujo de propuestas fílmicas en nuestro país, la actriz libera que únicamente es posible a través de la educación: “Fui parte del boom del cine nacional gracias a Tana Schémbori y Carlos Maneglia, que me dieron la oportunidad de encarnar a Liz. Mirando en retrospectiva, considero que se ha ido posicionando más la idea del cine paraguayo en el imaginario regional, pero es necesario seguir formando guionistas, productores, directores y contar con el apoyo del sector privado para que exista un flujo fílmico a futuro”.

EL GABINETE DE CURIOSIDADES: MEMORIA Y TEATRO

Mientras recorríamos el recinto, nos topamos con una réplica de lo que sería un gabinete de curiosidades en un sector de la casa.

Los gabinetes de curiosidades o cuartos maravillas aparecieron aproximadamente en el sigloXVI como una especie de enciclopedia tangible bastante común entre los nobles y burgueses. Se caracterizaban por tener libros antiguos, fósiles o fragmentos de criaturas míticas en su interior.

Mientras la actriz observaba atentamente un misterioso libro que se encontraba dentro del gabinete, comenzamos a dialogar sobre cómo nació su interés por la actuación.

“Recuerdo que me movilizó la curiosidad de saber dónde podía estudiar actuación. Un día, hurgando en el periódico, encontré un aviso sobre un taller actoral para principiantes, lo que me llevó a tener mi primer contacto con la actuación y las tablas de teatro en El Estudio, del reconocido director Agustín Núñez”, comenta la artista.

González explica que si bien el teatro estuvo siempre presente en el imaginario artístico, hoy es más sencillo encontrar talleres o espacios educativos relacionados con el rubro: “No creo que el teatro esté solo sectorizado a un nicho, pero sí pienso que hoy en día con las redes sociales es más fácil acceder a información más amplia sobre escuelas, talleres y referentes del ámbito”.

Durante la pandemia que azotó al mundo en el año 2020, las artes escénicas se vieron obligadas a reconsiderar cómo evolucionar en un contexto de aislamiento masivo. Muchas propuestas teatrales encontraron en el streaming una respuesta a la crisis sanitaria que impedía la aglomeración en los recintos.

“En pleno periodo de pandemia, mi marido y yo encontramos una manera de seguir trabajando mediante la obra online Una mami en cuarentena, donde satirizaba sobre mi experiencia con la maternidad. Teníamos mucha incertidumbre de cómo la gente iba a reaccionar a una propuesta teatral de streaming, pero para nuestra sorpresa, fue un éxito total”.

Para la artista, toda crisis trae consigo un aprendizaje mayor. “Haciendo una regresión a lo que fue la pandemia, creo que tuvo una parte aleccionadora. Como actriz, me obligó a replantear cómo canalizar mi rol al contexto digital, revisionar la manera de comunicar mis propuestas y poner en crudo cómo una crisis global puede afectar al sector artístico”.

“Creo que a medida que una va recolectando anécdotas, vivencias o reflexiones relacionadas con la interpretación, va gestando a la par el modelo del personaje; no creo que exista una sola fórmula para actuar”.

NUEVOS AIRES Y MATERNIDAD

Continuamos caminando por la casa y llegamos a una habitación donde el techo estaba decorado con estrellas. “Es el cinturón de Orión”, comenta uno de los presentes de forma asertiva.

En la esquina reposaban unas pequeñas estatuas de íbices y, a su lado, un pilar con detalles de estrellas e inscripciones. “Una señal de que hoy es mi día, me recuerda que soy capricorniana y astróloga por convicción”, alude Lali entre risas.

La artista paraguaya lidera actualmente la conducción del programa ¿De qué signo sos?, emitido por canal 13 de Argentina. La misión de Lali es encontrar parejas de acuerdo con las similitudes zodiacales de cada persona, acompañada por un plantel de referentes mediáticos que van disertando con ella sobre el amor.

Consultada sobre qué se siente estar al frente de la conducción de un programa en otro país, comenta que al principio tuvo sus dudas: “Ya había tenido experiencias en televisión en Paraguay. Pero cuando me llamó Suar para estar al frente del programa ¿De qué signo sos?, recuerdo que entre bromas le consulté si estaba seguro de su decisión”.

Desde 1930, cuando el Sunday Express lanzó su columna de astrología, la reflexión sobre si los astros determinan nuestro día a día en la cultura pop se ha acrecentado. Incluso plataformas, como Instagram, cuentan con emisiones diarias sobre signos y premoniciones, un síntoma que encuentra su pico de ascenso en la pandemia.

Pero ¿cuál sería la verdadera razón para pensar que los astros o los movimientos celestes tienen cierta injerencia en el comportamiento humano? “No creo que sea meramente una cuestión de suerte o premonición. Opino que hay más bien una energía que rige el mundo y que los signos son también una forma más certera de creer en algo sin estar sujetos a la estructura de la religión o a la futurología. Lo veo como algo lúdico que da una inyección de esperanza a nuestra cotidianidad”.

Y aunque no crea en la suerte en el estricto rigor de la palabra, Lali asume que hay un poco de eso al contar su experiencia de cómo llegó a Buenos Aires. “Durante la pandemia, cuando todo estaba parado, me convocaron para trabajar en la novela La 1-5/18. Fue un sueño hecho realidad, teniendo en cuenta el estado del mundo artístico en ese momento y que incluso estaba replanteando qué hacer con mi carrera actoral”.

En la novela, Lali interpretó al personaje de Rita, una mujer que lucha contra un turbulento pasado de adicciones en su adolescencia y, a los 17 años, da en adopción a su único hijo. Desde los primeros capítulos de la novela, podemos ver la intención del personaje de recuperar a su primogénito.

“El papel de Rita es una historia universal más allá del acento. En mi análisis, el personaje de Rita es un espejo sobre el recorrido por el que pasan, tanto a nivel personal como social, muchas mujeres cuando se ven obligadas a dejar a sus hijos por diferentes motivos”, puntualiza González.

La actriz reflexiona que, además del cambio de ciudad, el papel de Rita también la conectó más con su rol de madre primeriza: “Encarnar a Rita me llevó a conectar más con mi experiencia de ser mamá. Pude entender la sensación de lo que es tener un hijo y ponerme en el lugar de una mamá desde lo experiencial para darle color a mi personaje. Definitivamente, la maternidad cambió mi manera de ver la vida”.

Después de transitar por las diferentes habitaciones de la particular casa de Recoleta, llegamos a un pasillo largo que daba paso a una llamativa puerta, la última que nos quedaba por abrir para finalizar nuestro recorrido.

Aquel pasillo también señalaba el final de nuestra conversación con la actriz, que nos comenta por último sobre sus proyectos y metas para el 2023.

“Desde el 24 de abril vuelvo al teatro, pero esta vez, en plena avenida Corrientes de Buenos Aires, al frente de la obra Las cosas maravillosas, bajo la dirección de Mey Scápola. Con relación a mis metas de lo que resta del año, quiero dejar las puertas abiertas y que el destino, los astros o el tiempo me sorprendan de nuevo”, sentencia Lali González.

“Con relación a mis metas de lo que resta del año, quiero dejar las puertas abiertas y que el destino, los astros o el tiempo me sorprendan de nuevo”.