Mar Aldeguer nació en Palma de Mallorca hace 54 años y aún hoy, viaja constantemente entre su ciudad natal y el lugar donde reside, Madrid. Su carrera profesional empezó en el periodismo, pero hoy es mejor conocida por su reconocida marca de joyas, Coolook.
Por Patricia Luján Arévalos
Mar nos cuenta que nació rodeada de arte y belleza gracias a sus padres, quienes dirigían una empresa familiar de vidrio que lleva en funcionamiento más de 300 años. “Todo un mundo de colores, arte, viajes y naturaleza que fueron calando en mi cerebro, despertando un gran interés por todo lo relacionado con estos temas”, recuerda.
En Madrid, obtuvo una licenciatura en ciencias de la información, pero su constante curiosidad le llevó a estudiar también diseño de moda, comunicación empresarial y publicidad; fue esta última materia la que finalmente sembró las semillas de lo que hoy es Coolook, empresa de joyas que se estableció en España en el 2011.
“Con el paso del tiempo cambian muchas cosas. a la par que cambian las tendencias, el mercado tiene que adaptarse en todos los sentidos. la globalización, por su parte, aunque tiene cosas buenas y menos buenas, permite que se relacionen recursos y conseguir mejores resultados”, explica Mar. su negocio también avanza en materia de tecnología gracias a la incorporación de las impresoras 3D, que, según refiere la diseñadora, ayudan a agilizar la creación de prototipos.
Más allá de usar tecnología para algunos aspectos de su trabajo, hay importantes pasos que solo pueden ser realizados por personas capacitadas: “En cuanto a las tallas de las piedras y el trabajo de los metales preciosos que utilizamos, todos los procesos se realizan de manera totalmente artesanal”.
Aldeguer menciona que, en lo relacionado con las tendencias, el mundo de la joyería ha evolucionado de manera diferente, ya que la joyería tradicional sigue y seguirá siempre presente, aunque también es cierto que la mujer de hoy cambió de estilo de vida y de mentalidad. “Una joya sigue siendo un regalo, pero ahora también nos las compramos nosotras y queremos que sean un complemento que nos favorezca y nos haga sentir bien. Hay un mundo detrás de todo esto, pues a las piedras se les atribuyen también poderes mágicos”.
Coolook
“Mis primeras piezas fueron unos anillos tamaño Xl, que sorprendieron mucho porque entonces nadie se atrevía con este tipo de piezas. la verdad es que fue un éxito y eso me impulsó a seguir adelante con este proyecto”, rememora Mar. sucede que las piedras le gustaron desde pequeñita, cuando pasaba horas en la playa con su madre buscando las formas y los colores mas especiales.
De la empresa familiar heredó una pasión por el arte y la moda, un fulgor que, después de formarse en distintos ámbitos, creció hasta que encontró en la joyería el nicho que quiso explotar: “consideraba que algo estaba faltando. Me encantaban las joyas, pero no conseguía combinarlas bien con la moda. Me parecía que eran dos mundos que debían relacionarse y no ir cada uno por su lado, porque al n y al cabo, estaba la necesidad de que fueran complementarios”.
“La alta joyería es un valor en sí misma y no es fácil crear diseños muy especiales y que al mismo tiempo sean accesibles, debido al alto coste de las piedras preciosas. Por otra parte, yo veía que la bisutería era demasiado pobre para ser un buen complemento de, por ejemplo, la alta costura. Necesitaba hacer algo intermedio, utilizando piedras preciosas de valores más alcanzables que me permitieran valerme de tamaños y tallas diferentes para crear diseños únicos”, puntualiza.
Es así que Coolook se convirtió en algo excepcional. las formas de sus piedras son exclusivas, cada una se talla a mano siguiendo milimétricamente los dibujos de Mar Aldeguer. La peculiaridad de su estilo es tal que el público, usualmente, reconoce las nuevas piezas de la marca como suyas aunque no vayan acompañadas por el nombre.
La diseñadora asegura que en su proceso de creación, piensa en la posibilidad de que cada joya sea versátil, es decir, que pueda adaptarse a un look de día o de noche y a cualquier ocasión: “Quise que lo pudieras transformar tú misma en un solo instante, llevar los más sencillos por la mañana y causar sensación de una esta añadiéndole piezas para hacerlos más sofisticados. Ese era uno de mis retos y creo que lo estamos consiguiendo con MyCoolook, el nuevo concepto de joyas intercambiables”.
La marca cuenta con tiendas propias en Madrid, Barcelona y Valencia, y tiene presencia en diferentes puntos de venta en joyerías multimarcas y El Corte Inglés. Asimismo, en los últimos años fue introducida en los mercados de Perú, Uruguay y Chile.
“Carolina Arrúa y Claudia Agüero abrieron la primera joyería franquiciada, en Asunción. Ellas nos descubrieron hace tan solo un año, y después de hacer un sondeo de mercado, decidieron apostar de pleno en nuestra marca”, cuenta Mar. Desde mediados del 2017 podés acercarte a la tienda de Coolook en el primer nivel del shopping del sol a conocer las colecciones diseñadas por Mar Aldeguer, en sincronía con la temporada europea.