Abel Fernándes nació en Paraguay, en el año 1974. Afincado en Madrid, España, desde hace más de veinte años, presenta por primera vez en Paraguay su última producción artística. Sus obras toman como punto de partida su interés por la fuerza sensorial del color, la luz y el espacio.
Por Valeria Gallarini | Fotos Gentileza
Las obras de Abel Fernándes son reducidas al mínimo en su forma, pero están cargadas de una gran personalidad, con superficies expansivas de color y una depurada perfección técnica que rompen las estructuras tradicionales de la pintura y las lleva a límites cercanos a lo industrial, creando texturas homogéneas y limpias en un delicado y cuidado equilibrio.
Los colores, elegantemente yuxtapuestos, vibran con tal sutileza que invitan al espectador a sumergirse en espacios infinitos e insondables, donde la percepción y la contemplación navegan suspendidas en una atmósfera intimista de ingravidez controlada.
Desde su primera exposición en 2012, el artista paraguayo radicado en Madrid ha expuesto en prestigiosas ferias de arte internacionales y galerías de Europa, logrando una muy buena acogida de la crítica y el público. Sus obras cuelgan en colecciones públicas y privadas de relevancia.
Entre sus más recientes exposiciones individuales en Europa, se destaca la de la Galería Mados en Madrid 2019 con Infinitum: Un viaje hacia el universo emocional, así también sus muestras individuales en Málaga y Marbella. Ha participado de muestras colectivas en importantes espacios, como la Sala de Arte El Brocense, el Museo Santa Cruz de Toledo, el Museo Infanta Elena en Tomelloso, el Centro Cultural Conde Duque de Madrid, la Galería Javier Román de Málaga y el BCM Gallery de Barcelona.
ORIGEN
El 23 de junio realizó en Asunción la exposición titulada Origen, en la galería BGN / ARTE. Esta exposición tiene como hilo conductor y eje al círculo, el cual no tiene un principio y tampoco un fin. Esta figura expresa simbólicamente el sentido y conexión de la vida humana con el universo. Símbolo primordial que lo contiene todo. El centro representa el origen y, a la vez, el destino final, el movimiento eterno, el punto central expandido sobre sí mismo. Origen toma como punto de referencia la luz como medio de percepción y ocupación espacial, con cromatismos expansivos generadores de movimiento. Una reflexión pictórica en torno a la idea del origen, el universo, lo absoluto. A continuación, conocemos un poco más acerca del proceso creativo del artista.
¿Cómo te iniciaste en el mundo del arte?
Creo que todos en cierta manera somos artistas desde niños. Dicen que “un artista es un niño que ha sobrevivido” y, en mi caso, el arte ha estado presente desde que tengo uso de razón a través del dibujo y, posteriormente, con la pintura. Mi primera experiencia de pintura metódica se dio recién cuando me instalé en Europa, donde entendí que no se trataba solo de pintar lo que me gustaba, sino que debía encontrar la manera de transmitir mis emociones.
¿Cómo es tu proceso creativo?
La luz, el color y el movimiento juegan un papel muy importante en mi proceso creativo, pueden surgir espontáneamente o puedo prepararlos a través de borradores iniciales. Me atraen las obras inmersivas, que exploran la relación entre la vista y el contexto emocional. Para mí, el arte ha sido como un hilo conductor para poder expresar mis emociones e inquietudes, una suerte de catarsis ante la experiencia vital.
¿Cuál es el origen de tu serie actual?
Mi actual trabajo representa mi evolución creativa dentro de mi propia investigación artística. Esta línea de trabajo pretende reflexionar sobre la trascendencia humana, una reflexión en torno a la idea de lo absoluto, la idea del origen y la transformación de la energía en un proceso de movimiento eterno.
¿Cuáles son tus referentes artísticos y creativos?
En mis obras existen referencias de artistas a los que admiro y cuyas obras me emocionan mucho. Si tuviera que elegir uno, sin lugar a dudas, sería James Turrel.
¿Qué es el arte para vos?
Para mí, el arte es un medio por el cual puedo transformar emociones en experiencias visuales a través de la contemplación, la paciencia y la meditación.