Anto Volpe. Real te ves más bella

Mujeres. ¿Quiénes somos realmente? ¿Qué hay detrás de nuestros miedos e inseguridades? En una tarde de abril, Anto Volpe, una mujer sencilla y real, nos recuerda que para nosotras nada es imposible.

Por Kate Reichardt | Fotos Victor Candia

Me reuní a charlar con Anto Volpe y, casi de inmediato, noté que ella es aire fresco en la era del Photoshop y realidades pintadas de Instagram, red social en la que se ganó un espacio de notoriedad en la comunidad femenina.

Como mamá, esposa y emprendedora, a través de su cuenta, decidió mostrar su realidad y compartir sus inquietudes, experiencias, logros y hasta fracasos de su vida personal y laboral. Con más de 29 000 seguidores, Anto dice que su objetivo es inspirar a las mujeres, y sobre todo, incentivar el amor propio y la aceptación de una misma tal cual es.

Me parece muy loco que sin querer me convertí en una persona pública. Interactúo muchísimo con mis seguidoras, me preguntan sobre la maternidad, el trabajo y la salud. Lograr esa conexión con otras mujeres me motiva a más”, dice y añade orgullosa que el 75 % de sus followers son mujeres.

El desafío de emprender

Hoy Anto se encuentra en una etapa de transición laboral y realización personal. Terminó la carrera de Diseño Industrial en la Universidad Católica para luego ir a Milán (Italia), donde hizo un Máster en Marketing en el Instituto Europeo de Diseño. “Ir a Italia fue una de las decisiones más importantes de mi vida. Me abrió la mente y me potenció como mujer”.

Al volver a Paraguay, se incorporó como Brand Manager de varias marcas de Distribuidora Gloria, donde trabajó durante seis años. “Me encantó la experiencia, gané una familia. Aprendí muchísimo y me dieron la libertad de aplicar mis ideas. En un momento, éramos nueve hombres y yo tomando las decisiones. Y nunca sentí una diferencia por eso: éramos todos iguales”.

Se define como una persona muy creativa, que siempre quiso crear algo propio. En el proceso de convertirse en emprendedora, hace unos meses comenzó a trabajar con su familia en Grupo Titán. “Al salir de Gloria, pensé en independizarme, pero mis hermanos me convencieron con la idea de revolucionar el departamento de Recursos Humanos. Accedí con la condición de poder hacer otras cosas en paralelo”.

Es así que pasa sus mañanas en la empresa familiar y sus tardes trabajando en su proyecto personal, al cual describe como diseño de experiencias. “Ofrezco un full experience de eventos personalizados y por otro lado, PR. Estoy en una etapa muy emocionante de mi vida, porque creo que lentamente todo se está alineando”.

“Crecí con la mejor combinación. mi papá me dio el empuje para ser una profesional y mi mamá me dio el mejor ejemplo de lo que significa ser madre. Ella me acompaña y me enseña a ser una mujer auténtica”.

“Me encanta la psicología del consumidor. Lo que está pasando hoy es que las personas se están convirtiendo en marcas y las marcas buscan convertirse en personas; por eso buscan a los influencers”, explica, aclarando que no le gusta mucho la palabra influencer, ya que a su parecer es un término al cual se le está dando un mal uso.

“No se está trabajando de la forma correcta, no se puede contratar a cualquiera solo por el alcance que tiene en redes. El influencer es una persona que tiene sentimientos, y el consumidor nota cuando una colaboración es forzada, por lo tanto no genera impacto”, opina. “Mi objetivo es estar en ese detalle. Vivo en el mundo de las marcas y en el de las redes. Creo que puedo hacer que las dos cosas juntas creen algo genuino, potenciándose mutuamente”.

Recientemente, trabajó en el lanzamiento de la marca neoyorkina de zapatos y accesorios Nine West, ideando la campaña local. “Tuve miedo de que sea demasiado transgresor, porque mi idea fue hacer un desfile con chicas flacas, gordas, altas, bajas, niñas y señoras; algo que represente a la belleza más allá de lo físico. Todas terminaremos con arrugas e igual de hermosas”. El lanzamiento fue un gran éxito que reunió a diferentes mujeres en un mismo lugar.

Piero, su mejor proyecto

Encontrar un equilibrio entre profesión y maternidad es el reto más importante para ella. Su bebé Piero tiene 15 meses y es fruto de su matrimonio con el cantautor Chirola Ruiz Díaz.

“Si bien estoy armando un proyecto laboral que me apasiona, mi mejor proyecto es Piero. Es el legado que voy a dejar acá. Tengo que asegurarme de que tenga alas y vuele”. Explica que emprender y manejar sus tiempos le permite estar más cerca de él.

Para Anto, además, ser mamá es un huracán de hermosos sentimientos, pero también de frustraciones. “Si se enferma y yo tengo un compromiso, no voy a poder cumplir, porque él es lo más importante. A veces, no quiero separarme de él, pero tengo que hacer lo mío, porque si no hago lo que me apasiona, no voy a ser feliz ni voy a poder hacerle feliz”. Al mismo tiempo, afirma que la maternidad le potenció, ya que ahora es más eficiente, atenta y organizada.

En medio de todas sus actividades, también practica Ashtanga yoga, una parte muy importante de su vida. “El yoga me hace sentir plena, me cambió la vida, porque siempre fui muy ansiosa. Es el momento conmigo misma, de calmar la mente, de desconexión con el mundo exterior”.

Fuerte, rebelde y decidida

Como mamá y por el mero hecho de ser mujer, siente que tiene una responsabilidad. “Me considero feminista y creo que tengo el deber de transmitir algo real a mis seguidores. El feminismo debería ser paz y no guerra, todos por igual”.

Así que, intenta impulsar la igualdad en todos sus proyectos. Como por ejemplo, en la UIP Joven, de la cual es miembro y donde la gran mayoría son hombres. Allí, propuso incluir más mujeres. “Sorprendentemente, todos los hombres estuvieron de acuerdo conmigo”. Y en ese contexto dice que los hombres no tienen la culpa de haber sido educados en una cultura machista. “Los jóvenes tienen una mentalidad más igualitaria, pero el cambio lleva tiempo. En mi caso, por suerte, tuve la oportunidad de rodearme de hombres que apuntan a mi crecimiento”.

Con dos hermanos, una hermana y una familia tradicional, cuenta que su papá siempre le apoyó en todo. “Cuando quise estudiar fuera del país, él me motivó. Definitivamente, no me crió para depender de un hombre. También, Chiro es súper abierto. Me impulsa muchísimo, creo que no se da cuenta, pero él me motiva a ser más auténtica”.

Y terminó la entrevista diciendo: “Las mujeres más exitosas, como Madonna, vivieron cosas densísimas y se levantaron mil veces. Hay que animarse hasta caerse, los prejuicios siempre existirán. Concentrémonos en hacer lo que nos gusta y equivocarnos es parte del proceso. Ese tipo de mujeres es el que necesitamos: fuertes, rebeldes y decididas”.