Arquitectura & Naturaleza

Existen lugares que nos atrapan con sus paisajes y la naturaleza que los rodea; sin embargo, también nos encontramos con sitios que nos cautivan con sus espacios y que configuran los sentidos para convertirse en un todo, combinando la naturaleza y la arquitectura.

Por el Arq. Luca Meza

En esta edición enfocada en viajes, me gustaría compartir con ustedes tres destinos hoteleros, ubicados en distintas latitudes y zonas climáticas alrededor del mundo, que captaron la esencia del lugar y lo plasmaron en sus formas arquitectónicas.

VILLA COCO EN UVITA, COSTA RICA

Inmersas en la jungla costarricense, se levantan estas cinco cabañas con vistas a playa Hermosa. El diseño es el fruto de la colaboración entre la firma Archwerk, de República Checa, liderada por Martin Kloda y Hana Procházková, y el estudio FormaFatal, de la arquitecta Dagmar Štěpánová.

Adaptado a la inclinación del terreno, el conjunto perteneciente al complejo hotelero Art Villas está formado por pequeñas construcciones diseminadas para integrarse de manera menos invasiva en un entorno natural privilegiado, ofreciendo a su vez una experiencia más inmersiva en el paisaje. El principio de construcción aplicado y los materiales usados —madera tropical local de la jungla, lonas y metal— permiten flexibilidad en el tamaño, forma y composición de estos cinco volúmenes elevados y conectados entre sí mediante pasarelas, escaleras y plataformas.

La distribución de cada cabaña está diseñada para aprovechar las vistas más impresionantes. “La jungla es nuestro hogar, pero no es nuestra. Presenta condiciones que nos desafían a permanecer presentes y respetuosamente conscientes de las leyes de la naturaleza”, explican los arquitectos.

En el complejo abundan las actividades de mejora personal, como clases de gastronomía, talleres de arte y retiros de bienestar. Aquí se puede disfrutar de los placeres de la vida en solidaridad con la naturaleza.

Lo que hace especial a estas obras es la manera de recrear experiencias en torno al paisaje y establecer un diálogo con los sentimientos del huésped que los visita.

TENIR ECO HOTELS EN ALMATY, KAZAJISTÁN

Ubicado a 3200 metros de altura y a 17 kilómetros de la montaña Kok Tobe, este hotel —diseñado por LevelStudio— fue construido en menos de cinco meses y es uno de los de mayor altitud en el mundo. Cada casa se ensambla a partir de tres módulos hechos de un marco de acero y paneles sándwich de aluminio y lana de roca.

El hotel fue erigido con cuidadosas consideraciones ecológicas. Los módulos se instalaron en postes de acero en lugar de cimientos de hormigón pesado, que también fueron diseñados para mantener la nieve lejos de debajo de las casas. La mayor parte del trabajo de construcción se realizó utilizando métodos de construcción prefabricada, lo que minimizó el tiempo de construcción en el sitio. Además, los módulos tienen la capacidad de ser desmontados y trasladados a un nuevo sitio sin ningún tipo de demolición.

La geometría exterior da un aspecto único a la arquitectura del glamping, además de ayudar a gestionar la carga de viento y nieve que actúa sobre los edificios. Los visitantes podrán disfrutar de vistas panorámicas de las montañas de Kazajistán a través de las ventanas del piso al techo. El interior está equipado con un sauna en cada habitación y todas las comodidades.

CABAÑAS FLOTANTES DEL FUCHUN NEW CENTURY WONDERLAND EN JIANDE, CHINA

Obra del Design Institute of Landscape and Architecture del China Academy of Art, estas cabañas forman parte del complejo hotelero Fuchun New Century Wonderland, situado en Jiande, provincia china de Zhejiang. El río Fuchun alimenta un pequeño lago sobre el que parecen flotar cinco volúmenes de madera, semejantes a los barcos de pesca tradicionales. Inspiradas en la arquitectura vernácula y con una superficie de 50 m² cada una, las construcciones están compuestas por elementos prefabricados de madera ensamblados en el sitio. Los frentes vidriados ofrecen vistas al lago sobre el que se extienden con balcones.

En el centro de cada cabaña se encuentra un tragaluz en el techo, lo que permite el disfrute del cielo, la luz del sol y el juego de sombras de los árboles. En la elevación orientada hacia el río, una fachada de ventanas francesas aporta un chorro de luz natural y ofrece amplias y maravillosas vistas sobre el paisaje.

La arquitectura muchas veces incentiva a mezclarse con el paisaje o superponer morfologías sobre él. Lo que hace especial a estas obras es la manera de recrear experiencias en torno al paisaje y  establecer un diálogo con los sentimientos del huésped que los visita.