Brenda Szklarkiervicz

Brenda Szklarkiervicz convirtió su pasión por la moda en una carrera exitosa llena de historias por contar. Para ella, el modelaje significa expresar emociones y conectar con el mundo. En esta nota, la chica de nuestra tapa, nos cuenta cómo ha enfrentado los retos de una industria exigente, su pasión por los viajes y su visión de un futuro que fusiona moda, salud y empoderamiento. A Brenda siempre le fascinó la moda y el arte de contar historias a través de una imagen. “Desde muy pequeña, me llamaba la atención la elegancia de las pasarelas y el poder de una buena fotografía.

Sin embargo, fue en mis primeras sesiones de fotos cuando realmente descubrí que esto era lo mío. Ahí entendí que el modelaje no es solo posar o caminar, sino una forma de expresión. En ese momento supe que quería dedicarme a esto”, comenzó contando.

El modelaje es una industria hermosa, pero también exigente. El mayor desafío con el que se encontró ella fue aprender a manejar la presión y mantenerse fiel a sí misma en un mundo donde siempre hay opiniones sobre cómo uno se debería ver o ser. “También, viajar constantemente puede ser agotador, pero al final, cada desafío me ha hecho más fuerte y me ha permitido crecer, tanto personal como profesionalmente”, subrayó.

Antes de un desfile o sesión de fotos, tiene un ritual infalible. Primero, se toma un momento para respirar profundo y visualizar la energía que quiere proyectar. Su piel es una prioridad absoluta, por lo que sigue al pie de la letra su rutina de skincare para asegurar un glow impecable. Y, por supuesto, la música es clave: siempre prepara playlists con canciones que la llenen de energía y la pongan en el mood perfecto para brillar frente a la cámara.

Su armario es una combinación perfecta de sofisticación y frescura. Brenda se destaca por combinar prendas clásicas con un giro moderno, siempre manteniendo una esencia elegante y natural. “A veces apuesto por el minimalismo, otras me dejo llevar por un toque más arriesgado, pero siempre fiel a la moda que hace sentir segura sin esfuerzo”.

Cada diseñador con el que ha trabajado ha dejado una huella importante en la modelo y hay firmas que realmente la inspiran. Admira a aquellos que logran fusionar arte y moda de manera única, creando piezas que trascienden el tiempo. También le fascinan las marcas que celebran la individualidad y redefinen la belleza en todas sus formas, sin reglas ni etiquetas, solo pura expresión.

Autenticidad y disciplina

Brenda reconoce que cada paso en su carrera es especial. Definitivamente hay momentos que marcan un antes y un después. “Hacer mi primera portada o caminar en un desfile internacional importante fueron experiencias inolvidables en mi carrera”, cuenta. Para ella, el modelaje no es solo belleza, es actitud, perseverancia y autenticidad. Hay que trabajar duro, cuidar la disciplina y, sobre todo, disfrutar el proceso.

El equilibrio es clave, por eso aprovecha al máximo su tiempo libre para estar con su familia, amigos y su novio. La organización y el autocuidado son esenciales para no perderse en el ritmo acelerado de la industria. ¿Su secreto? Se enfoca en un estilo de vida saludable, entrena regularmente, sigue una alimentación balanceada y duerme lo suficiente. “Creo que la salud mental es fundamental, así que me tomo momentos para relajarme, meditar y rodearme de gente positiva”, agregó.

Son muchas las marcas con las que sueña trabajar, pero si tuviera que elegir, desfilar para Bottega Veneta sería un sueño hecho realidad. “Su visión de la moda es simplemente fascinante: cada pieza es una declaración, un arte en movimiento, una historia que cobra vida sobre la pasarela”, explicó.

“Me gustaría dejar mi huella en la industria y usar mi experiencia para inspirar a otras personas. También me interesa explorar otros aspectos de la moda, como la creación de contenido o el emprendimiento en este mundo. En el futuro, me gustaría desarrollar proyectos que fusionen moda, salud y empoderamiento, creando iniciativas que inspiren y transformen», finalizó

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