Bruno Giordano es un joven diseñador con base en Buenos Aires. Celebridades como María Becerra, Tini Stoessel, Nicki Nicole visten sus prendas para conciertos, videoclips y red carpets. ¿Cómo logró fusionar la moda y lo urbano? Conversamos con el diseñador sobre la marca y su estética particular.
Por Matías Irala | Fotos Gentileza
Bruno Giordano es oriundo de la ciudad de Lima, Perú, en donde pasó los primeros años de su vida. En el 2012, se mudó a la ciudad de Buenos Aires para estudiar la carrera de Diseño de Indumentaria en la prestigiosa Universidad de Palermo, de donde salieron algunos de los diseñadores más reconocidos de la escena porteña.
“Decidí migrar a la capital de la República Argentina para estudiar Diseño en la Universidad de Palermo, porque en ese momento en Perú no había institutos que se enfocaran en el diseño de indumentaria. Mudarme fue un paso decisivo para pavimentar mi profesión dentro del rubro”, reflexiona Giordano.
Durante sus primeros años en la capital porteña comenzó a trabajar para marcas del sector textil, al tiempo que continuaba con sus estudios. Motivado por los conocimientos que comenzaba a adquirir, tanto de manera empírica como teórica, decidió aplicar a concursos de diseño emergente para presentar su propuesta. “En la facultad se lanzó un concurso de moda de autor emergente y pensé que era el momento para encarar algunas ideas que tenía en el baúl. Desde el principio quería enfocar mi propuesta dentro de lo urbano, sin entrar en la categoría binaria de si debía hacer ropa para hombres o mujeres. Por esa razón, defino mi marca dentro del concepto de moda sin género”, puntualiza el diseñador.
¿Es complicado el proceso de despegue de una marca de autor? Giordano considera que es un proceso que tiene varias etapas. “A mí, particularmente, me tomó de tres a cuatro años poder vivir íntegramente de mi marca. Obviamente, para insertar una marca debe haber una pequeña inversión, autogestión y ser estratégicos de cómo ir generando adeptos para que gradualmente el público pueda ir conociendo la propuesta e identificarse con el producto final”.
Aires de cambio y nuevas oportunidades
En el 2020, en medio de la pandemia, terminó su relación laboral con la empresa textil para la que trabajaba en carácter de dependencia y se centró íntegramente en su marca.
“La pandemia fue un gran detonante para consolidar mi marca, ya que me permitió reinventar y mejorar lo que venía haciendo aprovechando el periodo de confinamiento. Creo que, en mi caso, el momento de crisis global fue un momento decisivo para poder afirmar que quería dedicarme al 100 % a mis proyectos personales”, comenta el diseñador.
En el 2021 comenzó a recibir receptividad mediática después de que la revista Vogue México destacara el look de la cantante argentina María Becerra para los Premios Latin Grammy.
“Trabajar con María Becerra me dio el puntapié para introducirme en la escena musical urbana de Buenos Aires. Me encanta trabajar con ella porque siempre es un trabajo cocreativo entre ella y su estilista personal, por lo que puedo darle mi impronta al diseño dentro de los márgenes de su estilo”, explica Giordano.
Las propuestas de Bruno navegan entre textiles tech, tipologías urbanas y el uso de vinilo o tejidos reflectantes, lo que lo distinguen automáticamente frente a otras marcas del sector porteño. Su identidad de marca se ha consolidado gracias a sus arriesgadas decisiones estilísticas y a sus constantes apariciones en medios editoriales.
Es precisamente su particular estilo lo que lo ha llevado a vestir en la actualidad a celebridades como Nicki Nicole, Tini Stoessel, Kea, el cantante de trap; Oriana Sabatini y la banda argentina Miranda, para presentaciones en vivo, videoclips o activaciones de prensa.
¿Qué es lo que moviliza al ADN de Bruno Giordano?
“Lo que me apasiona de unir la moda sin género y lo urbano es que puedo traducir algo discursivo con lo fashion sin estar pensando en los límites que usualmente se aplican a la hora de crear. A futuro, me gustaría seguir explorando propuestas de tecnología textil y llevar la marca a nuevas latitudes”, finaliza Giordano.