Cacho Falcón, fuera de su zona de confort

Dos décadas después de haber dejado Paraguay, la vida de Cacho Falcón en Nueva York (Estados Unidos) sigue el camino del éxito. El artista, que pinta historias únicas y reales sobre diferentes superficies, se mostró íntimo con Level y confesó: “salí de mi zona de confort”.

Por David Awa Duarte Chilavert | Fotos Mónica Matiauda / Markus Morianz / Tate Tullier

No está perdido ni es desconocido en Nueva York. Así es, Cacho Falcón es un artista reconocido en Norteamérica, mercado complicado de conquistar para toda persona. El paraguayo está hace 20 años radicado en Estados Unidos, donde fue a buscar oportunidades para crecer en la vida. Y ya hace varios años, Cacho pintó prendas para celebridades como Beyoncé, al igual que estampó su estilo en prendas de marcas como Guess, Ralph Lauren, Reed Krako, Bean Pole, Thaddeus O’Neil, entre otras.

Falcón supo plasmar sobre el lienzo, el cuerpo humano, la tela y otras superficies, que fueron trazadas con diseños únicos y cargadas de colores como expresión de su talento. “Siempre surgen nuevas técnicas de pintura, porque estoy abierto a la experimentación artística”, arrancó diciendo Cacho.

ENTRE DOS HEMISFERIOS

A pesar de extrañar a su familia, la comida típica y a sus amigos de infancia, Cacho se siente cómodo en Estados Unidos. Aunque, suele venir a nuestro país para romper con la añoranza, aclara: “Por el momento, no volvería a Paraguay; amo vivir en Nueva York”.

¿En qué momento de tu vida te encontrás?

Creo que todo lo vivido y experimentado durante los últimos años fue dándome una visión más clara de cómo quiero expresar lo que siento. Estoy aceptándome más a mí mismo, con mis mambos y rollos. Creo que eso hizo que mi carrera tenga más reconocimiento. La gente se conecta con la sinceridad de la obra, con esa historia sin filtro.

De tus primeros pasos en Nueva York hasta hoy en día, ¿en qué cambiaste artística y personalmente?

Creo que la temática es siempre la misma. Siempre pinté basándome en historias. Primero, mis historias personales y hoy me enfoco en la narrativa de las personas a las que pinto. Personalmente, crecí mucho por el simple hecho de salir de mi zona de confort, donde me enfocaba en mis propias historias.

¿Cuesta llevar historias de vida al lienzo u otro tipo de superficie?

El llevar esas historias al lienzo o al cuerpo no cuesta cuando la persona con la que estoy trabajando está con el corazón y la mente abierta.

“Desde chico dibujé y pinté basándome en historias. Crecí con ciertos complejos o muchas veces secretos, de los cuales no hablaba, pero que sí dibujaba”.

Llegó a Estados Unidos y encontró su lado artístico. Comenzó pintando prendas que ofrecía en las calles. Según cuenta, inició el camino de la pintura de forma autodidacta. El paraguayo expone en galería Space 776 (www.space776.com), también envía sus obras a Corea, y en nuestro país, las presenta en Galería Hepner.

¿Sentís el reconocimiento de los paraguayos?

¡Claro que sí! tengo muy buenos coleccionistas en Paraguay. Siempre recibo muy buena onda de gente que sigue mi trabajo. Me gusta saber que con mis obras la gente encuentra confort.

Pintar para las estrellas

El trabajo para importantes personajes y marcas en Estados Unidos no termina para Cacho. Dos meses atrás, el artista pintó el cuerpo del modelo y activista Nyle DiMarco para la tapa de la revista Gay Times. “Además, mi indumentaria fue utilizada para la serie Girls, de la cadena televisiva HBO, y el actor Zachary Quinto usó mis diseños”.

¿Cuesta que el trabajo de un artista paraguayo sea reconocido?

No sé si cuesta, seas paraguayo o de otra nacionalidad. Depende mucho de que cada uno crea en lo que hace y entienda cómo sacarlo. Creo que cada artista tiene su manera de expresar lo que siente en su trabajo. Hay gente conectada con eso y esas personas conectan con los demás. Desde ahí uno va ganando reconocimiento. Bueno, al menos así fue mi experiencia.

¿Cómo sos cuando no pintás?

Me gusta estar en mi mundo. Pienso bastante, pero me gusta ir a ver una buena película. Paso tiempo en pareja y con mi perro. También, tengo como hobby organizar fiestas.

¿Cómo es tu vida en Nueva York?

Manejo mis tiempos. Me paso alrededor de cinco a ocho horas en el estudio. Durante el día uso mi tiempo para conocer gente y hacer las entrevistas para el proceso del body paint. En otras horitas, hago mis trabajos en lienzo.

Mucho tiempo dedicás a tus pinturas, ¿tenés otras actividades?

Salgo mucho a cenar, porque no cocino. Voy a estas cada tanto y eso me da un respiro y me empuja a estar fuera del estudio y socializar. Paso mitad de la semana en Bellport, y la otra mitad estoy entre Nueva York y Brooklyn. La verdad que mi vida es bastante tranquila. ¿No? (Risas).