Catas Nómadas. Un viaje de exploración

El vino evoca emociones únicas que invitan a la exploración sensorial. Desde esta premisa, Antonella Volpe y Giselle Chip Sacco plantean redescubrir la ciudad de Asunción, a través de un circuito vinero y cultural imperdible.

Por Gisselle Jara | Fotos Camila Morínigo

 

Catas Nómadas es una creación de dos entusiastas emprendedoras, Antonella Volpe y Giselle Chip Sacco, apasionadas del vino que unieron fuerzas para ofrecer experiencias disruptivas que congregan a invitados en torno a la mesa en restaurantes, hoteles, museos, e incluso, en sitios inesperados. El encuentro inicial se realizó en La iLona Hospedería, en el centro capitalino.

La segunda edición de esta experiencia nos llevó al este de Asunción; al barrio Villa Morra, ubicación que fue revelada apenas 24 horas antes. La enigmática estela de misterio envolvente inyectó una alta dosis de adrenalina, agudizando los sentidos. Una jugada bien pensada por las organizadoras, considerando que el objetivo, de aprovechar al máximo la ocasión, quedó plenamente cumplido.

Para llegar a destino, la invitación sugería los servicios de la app de viajes compartidos MUV. Cuando mi conductor se situó en la dirección indicada ya había algunas personas apostadas frente al Hub Hotel Asunción y, con la timidez propia de los aún desconocidos, nos saludamos con cierto sigilo. Un pequeño cartel daba las pautas conducentes al noveno piso del edificio, cuya arquitectura fue también objeto de admiración.

Una vez abiertas las puertas del ascensor, visualizamos la botella de Errázuriz Aconcagua Costa Sauvignon Blanc, importado por Edesa, descorchada y decantada. Con los 18 °C recomendados por los especialistas, el caldo ya perfumaba el ambiente con sus notas andinas. Mientras unos llenaban sus copas, otros recorrían las habitaciones de corte minimalista, en las que aguardaba una muestra de cuadros fotográficos.

El arte inundaba cada rincón de aquella estancia, desde las líneas del mobiliario hasta una selección de fotografías de De la Paz Home Decor, galería que comercializa piezas ya enmarcadas de artistas paraguayos emergentes y consolidados.

Como invitada especial, la diseñadora de modas Ilse Jara se unió a esta multipropuesta, con una exhibición de cuadros de sus producciones más emblemáticas, cuyo punto de partida inspiracional radica en las formas de la naturaleza.

Tras este preámbulo artevisualista, el siguiente paso era subir hasta la azotea del complejo hotelero, desde donde
la luminaria de la ciudad lucía todo su esplendor. Allí, el sommelier y guía sensorial de la velada Alejandro Sciscioli esperaba presto que los comensales tomaran asiento para comenzar a catar. Los vinos Errázuriz Aconcagua Costa, Casa Petrini Lecho de Río, Cousiño Macul Finis Terrae, Viña Ventisquero Vértice y Ramón Bilbao conformaban la lista.

“Construimos un movimiento urbano que recorre Asunción, con catas de vinos de distintas zonas vitivinícolas del mundo, teniendo como focos de desembarco el Centro Histórico de Asunción y los barrios Las Mercedes, Carmelitas y Villa Morra”, dijo Antonella Volpe durante la presentación a su cargo.

Los invitados, ya muy animosos, conversaban alegres, al tiempo que los mozos iban acercando los platos a la mesa. El menú, bien planteado para los vinos seleccionados, consistió, primero, en una tabla de quesos, como aperitivo; luego bocata veggie y chicken sweet, bruschettas de salmón y palta, de hongos, y roast beef, ensamblados a la perfección con los Errázuriz Aconcagua Costa Sauvignon Blanc y Casa Petrini Lecho de Río Chardonnay.

Después vinieron los finger foods: tapas, lomo ahumado y jamón de brie, paté de foie, con papas rústicas, cazuelitas de albóndigas y sándwich de asado; platillos que encontraron compañía ideal en los Cousiño Macul Finis Terrae Blend Tinto, Viña Ventisquero Vértice y Ramón Bilbao Gran Reserva.

De esta manera, fuimos partícipes de la segunda entrega de Catas Nómadas, culminando la noche con un concierto del grupo nacional Mente Nativa. ¡Hasta la próxima!