La colección primavera-verano 2018 de alta costura de Chanel ha sido inspirada en las flores más bellas. El Grand Palais de París fue ambientado como un bosque de enredaderas de rosas y jazmines en torno a una gran fuente.
Además de vestir las fantásticas creaciones de Karl Lagerfeld, las modelos desfilaron con tocados florales y velos de tul. No obstante, los accesorios más atractivos fueron los botines de tweed, cuero y tul bordado, con tacos transparentes.
La mujer de esta temporada florece y con ella, el icónico traje de tweed, que se reinventa constantemente, se tiñe de blanco o rosa pálido, con los agregados de las mangas de estilo kimono y hombros cóncavos. Los bolsillos suben unos centímetros hasta ubicarse debajo del pecho para ayudar a adoptar una postura más fuerte ante el mundo, vestida con estas piezas de Lagerfeld.
La seda, el chiffon y la organza, plegados o enriquecidos con bordados de lentejuelas, cuentas, piedras y strass conforman la otra faceta de esta colección. Como toque especial, las plumas en distintos tonos llegaron para acompañar el satén y el tweed, como una expresión más de la femineidad de la maison.
A continuación, algunos de los looks que nos encantaron del desfile: