Este espacio es perfecto para aquellos padres que desean estimular la curiosidad y la imaginación de sus hijos, así como también para adultos que quieran descubrir su lado creativo. Lucas We, director artístico de Club Touch, nos cuenta de qué se trata este club que hace énfasis en el arte urbano.
Por Nora Vega | Fotos Loli Ferrés, Ale Laterra y Rich Thijeratt
“Mezclamos técnicas con juegos, el concepto es totalmente diferente. No hay muchas opciones de este estilo, sobre todo para los adolescentes. Un lugar donde pueden expresar su sensibilidad y formen parte de una comunidad”. Lucas We
Club Touch es un espacio para aprender jugando en equipo, de una forma intuitiva, natural y en un entorno dinámico y divertido. Los programas están diseñados para desarrollar y potenciar las habilidades blandas, el pensamiento crítico y sobre todo estimular la imaginación mediante la experimentación de todo tipo de técnicas artísticas.
“Nos dimos cuenta de que los adolescentes no tenían muchas opciones de encontrarse con el arte de una manera descontracturada”, explicó Lucas We. Club Touch ofrece una comunidad artística nueva, abierta a nuevas formas de crear arte. En este lugar se busca que los participantes sean experimentadores para lograr aprendizajes significativos que ayuden a desarrollar habilidades elementales para el futuro.
ASÍ SON LAS CLASES
Los módulos duran cuatro meses y abarcan diferentes temáticas como pueden ser grafitis, dibujo, pinturas en gran tamaño, esténcil, collage, retratos… un poco de todo. Son cinco clases por día, separadas por rango de edad y cuentan con un cupo de 15 alumnos. La propuesta apunta a niños de tres años en adelante, adolescentes y adultos.
“La idea es que los chicos puedan entender aquello que les gusta hacer y que ganen confianza a partir de lo que van creando”, cuenta Lucas. Todas las semanas hay una clase diferente con la intención de que todo lo creado sea parte del art show o como les gusta llamar a ellos una fiesta de arte.
Algunos de los objetivos en los que se concentran los diferentes módulos tienen que ver con perder miedo a tocar, a romper, a mancharse. Por otra parte, utilizan el mindfulness, ya que la atención plena es una práctica simple que supone estar completamente conscientes y presentes en el momento.
El club propicia la diversidad de ideas y estimula el trabajo en equipo. Los profesores buscan que los alumnos aprendan de los errores, que sean colaboradores en vez de competidores. “El aprendizaje tiene su origen en un entorno social y se desarrolla en un contexto colaborativo”, expresó Lucas.
El foco de la enseñanza está en el proceso; no en el resultado final. No hace falta una experiencia previa. El objetivo es que todos encuentren su propia voz y expresen a través del arte. “Solo hace falta que tengan ganas y predisposición para entregarse a este apasionante mundo lleno de colores y texturas”, resaltó el reconocido artista.
EL MUNDO NECESITA SOLUCIONADORES DE PROBLEMAS
Este es un espacio de encuentro con uno mismo. “Soñamos con una comunidad activa. Creemos que en Paraguay hacen falta miradas diferentes para el mundo que se viene. Necesitamos personas que el día de mañana tomen decisiones con más sensibilidad. En ese sentido, Club Touch es una semilla que, sin duda alguna, aportará su granito a nuestra sociedad”, finalizó Lucas.
UN LIENZO EN BLANCO
Un atelier artístico, simple y grande es el concepto principal. Las personas involucradas en la decoración fueron la arquitecta Antonella Pino, de AP Arquitectura; Canova, en el arte de iluminación; la vegetación es de Plantalibre; Estudio Bruto realizó la gráfica y murales; y Maika Rasmussen estuvo presente en todos los detalles.
Hoy día el estacionamiento es fundamental, por esta razón eligieron como locación el Paseo Carmelitas. El local de Club Touch se va decorando poco a poco, con algún cuadro, grafiti, mancha o dibujo. “Es como un lienzo en blanco. Queríamos que el lugar vaya creciendo con las pinturas de los alumnos y de los profesores”, señaló Lucas.
EL EQUIPO
Club Touch nace como el sueño de Lucas y Sergio, luego de que Espacio Bruto —su galería de arte y punto de encuentro de artistas emergentes— cerrara sus puertas a raíz de la pandemia. Este nuevo proyecto fue tomando forma a medida que pasaban las reuniones de estos artistas, músicos, especialistas en recursos humanos, psicopedagogas, publicistas y diseñadores que forman parte de este staff.
Detrás de este club hay un gran equipo soñando cada rincón de este espacio de arte puro. Artistas, educadores y entusiastas están conectados en un lugar dedicado a descubrir a los nuevos creadores. Lucas We es el director artístico, Julio Troche es el gerente general, Nani Elías se encarga del área de educación y desarrollo humano, Juan Manuel Cabarcos es el que desarrolla la dinámica de trabajo, Leticia Silva se ocupa de la administración y finanzas; Enma Lezcano, de la estrategia de comunicación; Sergio Kostianovsky es el director creativo y Felipe Achaval, el coordinador general.
