Consumir con conciencia

Innovar está en el ADN de Wembé. Desde Level conversamos con Saddy Pavetti, fundadora y CEO de esta marca que se enfoca en transformar el cuidado personal en una experiencia consciente, con productos que cuidan, conectan y cuentan una historia. Cada fórmula, cada aroma y cada empaque reflejan ese compromiso de ofrecer algo más que un jabón: una experiencia auténtica y sostenible.

Por Nora Vega Fotografía Chiara Chiriani

Wembé nació para redefinir el cuidado personal y hoy celebra un hito: su certificación como Empresa B. Con esto, no solo valida años de trabajo comprometido, sino que también se posiciona como una fuerza real de cambio dentro de la industria de la cosmética natural. “Siempre fuimos B de corazón”, declara con emoción Saddy. “Este es un paso enorme que reafirma hacia dónde apuntamos: seguir creciendo con impacto, expandirnos a nuevos mercados y continuar transformando el cuidado personal en algo consciente y significativo”.

Grandes saltos y decisiones valientes

En el caso de Saddy, el journey de emprender no fue lineal, más bien estuvo marcado por saltos valientes y decisiones que cambiaron el rumbo. “No hubo un paso a paso”, admite. “Hubo momentos que lo cambiaron todo. El día que sentí que Wembé ya no era solo una marca, sino una causa, fue cuando entendí que esto iba en serio”.

Actualmente, liderar Wembé para ella significa estar en todos los frentes: desde lo estratégico hasta lo operativo. Pero hay un foco claro: la formación del equipo. “No es solo una cuestión de presupuesto. Es tiempo, energía, coherencia. Necesito que el equipo entienda y viva el ADN de la marca, porque las barreras para entrar a ciertos mercados son altísimas, y debemos estar más que preparados”, expresó

Entre la maternidad y el liderazgo

Saddy es mamá de una adolescente, “lo cual ya es otra categoría”, dice entre risas. Ella, como muchas madres, se encuentra en una búsqueda constante de lograr un equilibrio entre liderar una empresa y estar presente como mamá. “Esta generación viene en modo automático, todo rápido, todo ya Y ahí estoy yo, intentando frenar el tiempo un ratito para acompañar, para estar”, aseguró.

“El balance lo voy construyendo todos los días, no hay una fórmula mágica. Tengo muchos animales —cinco gatos y dos perros— que me conectan con el presente. También descubrí una gran pasión por el jardín. El año pasado empecé casi por curiosidad, y hoy tengo prácticamente un jardín botánico en casa”, comentó.

Ella también aprendió a soltar el control cuando es necesario, a respirar —literalmente— y a no tomarse todo tan en serio. “Mi hija, Mel, tiene un humor increíble. Me enseña a disfrutar, incluso cuando las cosas no están saliendo como planeamos. Esa liviandad, esa capacidad de reírnos, la llevo también al trabajo. Porque si no disfrutamos del proceso, ¿entonces para qué?”. Desde lo empresarial, liderar implica más que tomar decisiones. “Es sostener, motivar, cuidar al equipo, y no perder el rumbo. A veces, hay que dejar el romanticismo y enfocarse en estructura y estrategia, pero sin perder la esencia. Ese es el verdadero desafío”.

Esa esencia se transmite desde el ejemplo. “Valoro la constancia, la empatía, la tolerancia y la perseverancia. Quiero que mi equipo entienda que se puede liderar desde el amor, sin perder la firmeza. Que ser sensibles también es una gran fortaleza”.

En el camino, Saddy encontró inspiración en mujeres que desafían el molde. “Tana Schembori es una de mis grandes amigas y una gran inspiración. También admiro profundamente a Jane Goodall, es un referente para mí por su trabajo en la conservación del medioambiente y su valentía. En el ámbito empresarial, Jimena Flórez, por su modelo de negocio, su visión y la forma en la que ha logrado construir algo sólido y sostenible”.

Wembé cruza fronteras

Como novedad, Saddy está terminando de cerrar la distribución de Wembé en Argentina, y un posible lanzamiento oficial se ve en el horizonte. “Es una etapa emocionante. También estamos preparando nuevos productos, lo que siempre genera expectativa”.

En un futuro, Saddy se imagina viendo a Mel en la facultad, dando pasos importantes en su vida, mientras ella sigue expandiendo Wembé. “Sueño con abrir tiendas en diferentes partes del mundo, llevar nuestra visión a nuevos horizontes y, ojalá, tener una tienda de Wembé en cada país”, finalizó.

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