El autocuidado, una relación sana con uno mismo

El autocuidado. Seguramente habrás escuchado o leído esta palabra más de una vez en varias fuentes o en redes sociales. Pero ¿qué significa realmente? Muchos lo definen como un acto de ir al spa, hacer algo que nos relaje, que nos desconecte del estrés o la realidad, ir a la peluquería o mimarnos a nosotros mismos con cosas materiales. Sin embargo, esto solo sería la punta del iceberg. Existen varias —y quizás más relevantes— definiciones por descubrir.

Por La Dra. Bianca Parra

En la mente de algunas personas, el autocuidado es una palabra que suena un tanto egocéntrico. “Tengo que cuidar mi casa, a mis hijos, mi trabajo. No tengo tiempo para pensar en mí”. Este es uno de los errores que cometemos las mujeres con mayor frecuencia. La creencia de que pensar en una misma es egoísta, ya que, ¿cómo vamos a poder dar o cuidar de los demás si nuestro propio vaso está vacío?

La Organización Mundial de la Salud define el autocuidado como la capacidad de las personas, las familias y las comunidades de promover y mantener la salud, así como de prevenir y afrontar las enfermedades, con o sin el apoyo de un proveedor de atención médica. Es decir, es una responsabilidad individual que tiene repercusiones en el estado de salud y la calidad de vida de las personas.

El autocuidado significa asumir la responsabilidad de nuestra propia salud; eso incluye hacer sacrificios, tomar decisiones y comprometernos con nuestro bienestar. A menudo, esto puede significar hacer actividad física en los días en que estamos más cansados, aprender a meditar cuando nos parece que es lo más aburrido del mundo y, sobre todo, descansar cuando pensamos que es una total pérdida de tiempo.

La vida contemporánea, desafortunadamente, nos obliga a estar siempre alertas. Somos como una computadora con miles de ventanas abiertas simultáneamente que nunca puede apagarse, y cuyo nivel de energía va disminuyendo poco a poco. Cuando esa batería se agota… ya es tarde. Así se generan varias enfermedades. Por esta razón, es muy importante que empecemos a adquirir hábitos de autocuidado mientras aún estemos relativamente sanos; digo relativamente porque cada vez hay más y más jóvenes que sufren de ansiedad, depresión y estrés crónico.

El autocuidado no es frívolo, es esencial para una buena calidad de vida. Cuando llenes tu vaso podrás dar más a los demás de forma auténtica y profunda.

El autocuidado significa tomar responsabilidad sobre nuestra propia salud. Eso incluye hacer sacrificios, tomar decisiones y comprometernos con nuestro bienestar.

Herramientas para el autocuidado

A continuación, me gustaría compartir algunas herramientas que podés comenzar a incluir en tu rutina diaria y de esta forma empezarás a percibir los cambios en tu vida.

  1. Journaling: todas las mañanas tomate de 5 a 15 minutos para escribir libremente lo que tenés en la mente, estableciendo una intención para ese día.
  2. Meditación: comenzá con un minuto y construí tu camino hacia arriba cada día. La meditación ayuda a volver al momento presente y relaja el sistema nervioso. Una vez que empieces el proceso, es probable que experimentes cambios masivos.
  3. Actividad física: encontrá un ejercicio que sea agradable, vigorizante y relajante. Practicá regularmente.
  4. Masajes: estos no son solamente estéticos. Los masajes también tienen una función terapéutica que te ayudan a entrar en ese estado de relajación profunda, disminuyendo el estrés crónico tanto en el cuerpo como en la mente.
  5. Baño caliente: aprovechá un baño caliente unas cuantas veces a la semana para ayudar a relajar el sistema nervioso.
  6. Limpieza con toallas calientes: llená la pileta con agua caliente, sumergí una toallita. Frotá tu cuerpo firmemente en círculos suaves, haciendo los círculos hacia tu corazón, cuidando siempre las áreas más sensibles.
  7. Masajes con aceites: antes de ducharte, masajeá todo el cuerpo con aceite de coco para hidratarte la piel.
  8. Mimos: programá manicuras, pedicuras o una cita en la peluquería; tratamientos faciales o cualquier actividad de automimo que te guste.
  9. Purgación del armario: invitá a una amiga y revisá tu armario. Doná las prendas que no hayas usado en los últimos años o que ya no te hagan sentir bien.

Acordate siempre de que el autocuidado es lo que te permitirá ser capaz de cuidar de los demás y estar alerta a todo lo que pasa a tu alrededor.