El Bosque De Victor Beckelmann, una nueva mirada a San Bernardino y Altos

Esta reciente serie de obras aborda una de las grandes pasiones del artista: la ciudad de San Bernardino, donde tiene una hermosa propiedad familiar que es casi un segundo hogar para el artista y su entorno cercano.

Por Valeria Gallarini Sienra Fotos Gentileza

El fotógrafo y artista Víctor Beckelmann nace en Asunción el 6 de agosto de 1972. Realizó estudios del taller de línea y color, en el Centro de Estudios Brasileños, con Luís Alberto Boh; Curso de Historia del Arte, en el Centro de Estudios Brasileños, con Miguel Ángel Fernández y Javier Rodríguez Alcalá; Curso básico, Intermedio y Profesional de Fotografía, en el Instituto de la Imagen con Mario Franco; Curso-Taller Preservación del Patrimonio Histórico Cultural, Centro Juan de Salazar, Decid, Cooperación Europea. Así también, participó en muestras colectivas e individuales en diversos países. Su obra forma parte de varias colecciones privadas y públicas.

Sus creaciones están disponibles en la galería BGN / ARTE y, desde el 2019, viene uniendo su pasión por la fotografía y la arquitectura con la serie Puertas de Asunción, que no solo da un giro muy interesante a su trabajo, sino que también representa el puntapié inicial para la incorporación de nuevas tecnologías digitales a su producción gráfica, experimentando con la realidad aumentada, la realidad virtual y la inteligencia artificial, convirtiéndose en el primer artista paraguayo en incursionar en este campo.

Con esta nueva serie, Victor busca representar la cotidianeidad que le ofrecen las imágenes de dos ciudades: San Bernardino y Altos. “En mi obra siempre hay una mirada muy particular del patrimonio cultural, así como la autenticidad de cada lugar. Esta conjunción hace que la misma técnica utilizada parezca distintita ante el paisaje tan particular de estas ciudades. La trama que se forma con las imágenes fotográficas manipuladas gracias a las herramientas de la IA, en cierta forma se asemeja a los patrones del tradicional bordado del Ao Po’i, que estoy usando como soporte para esta serie.”

Hay un hilo conductor entre esta nueva propuesta con las presentadas anteriormente. El artista continúa con las repeticiones de imágenes consecutivamente, utilizando como excusa la arquitectura para crear nuevas formas y nuevos universos donde el arte posibilita que todo se transforme y adquiera una nueva individualidad

El arte y la tecnología

Por supuesto que, como artista, Beckelmann sigue apostando por la tecnología como una herramienta contemporánea con la cual podemos y debemos interactuar. Por ello, su obra utiliza Inteligencia Artificial (IA), Realidad Aumentada (RA) y otras innovaciones tecnológicas. Estas vivencias para el espectador suman una dimensionalidad adicional a las tradicionales maneras en las que experimentamos el arte.

El artista, a través de sus paisajes inventados, impresos en Ao po’i o en papel 100% de algodón, expone parte de nuestro rico patrimonio cultural y natural que teme se pierda. Un verdadero manifestó de conservación que nos lleva a meditar sobre nuestro contexto, sobre el mundo que habitamos pero que a la vez olvidamos.

Para la realización de la serie, el artista recurrió a la curadora Silvana Domínguez y, bajo su acompañamiento, fue desarrollando esta nueva colección de trabajos. Es así que, viendo los distintos diseños creados en base a patrones matemáticos, a repeticiones y duplicaciones de imágenes, se fueron formando tramas parecidas al bordado del Ao Po’i, tejido fino paraguayo. Las obras se van formando con ese entramado de fotos superpuestas como si fueren hilos de bordar sobre un tejido tradicionalmente empleado en los bastidores.  Así surge una conexión entre los patrones de la imagen repetida digitalmente y la repetición de los patrones del bordado.

“Creo que, como artista, lo que más me preocupa es que veo como tan rápidamente las cosas, los valores y las realidades van cambiando y más rápido aun en lo tecnológico. Podríamos decir que somos seres que interactuamos, consciente o inconscientemente, con la tecnología y esta, a su vez, nos impone su forma de pensar, haciéndonos creer que vivimos una falsa libertad. Igualmente, me aterra cómo permitimos y destruimos nuestro ecosistema y, así también, nuestra calidad de vida, de aire, de cielo y de verdes”. Así Beckelmann explica lo que le preocupa como ser sensible.

Con su Bosque, Víctor Beckelmann hace también un llamado especial al espectador a reflexionar sobre los bosques que nos rodean, su finalidad, su belleza y su destino.

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