Hernán Miranda, La Otra Realidad

Concepcionero de nacimiento y radicado desde el 2006 en Estados Unidos, Hernán Miranda es un artista de larguísima trayectoria. Desarrolló el dibujo en su primera etapa como medio de expresión artística, después incursionó en el óleo trabajando con una paleta monocromática, atraído por el paisaje urbano.

Por Valeria Gallarini Sienra | Fotos Gentileza

El artista Hernán Miranda trabaja en varias técnicas, siempre manejando la luz como elemento principal de sus obras, atraído por el empleo del claroscuro. Crea la serie Bi Realismos, que consiste en integrar en armonía estética lo real con lo virtual, actuando sobre el soporte con diseño industrial o simplemente interactuando con el soporte con la obra. Esta nueva técnica —cuya ejecución está basada en el oficio de la pintura clásica, pero con una propuesta más atrevida— le permitió incursionar en varios proyectos de tendencia más modernista en sendas exhibiciones en Estados Unidos, Asia y Europa.

A partir de 1993 hasta 1997, Hernán fue profesor de pintura al óleo en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Asunción, también en 1993 logró una representación con galerías de Nueva York y Washington D. C. En 1998 realiza la obra Santísima Trinidad, que sería el altar principal de Queen of Apostles Catholic Church de Alexandria, Virginia, Estados Unidos.

Hernán Miranda escoge elementos cotidianos en sus obras para comunicarse con el espectador a través de afectos y efectos. Trabajando en el aspecto ilusionista de la imagen, busca estar siempre más cerca de los códigos de la pintura que del efecto fotográfico.

Ha realizado más de 53 exhibiciones individuales y más de 450 colectivas de sus obras en galerías de arte, museos y centros culturales de Argentina, Brasil, China, Colombia, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Paraguay, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Taiwán y Uruguay.

“La otra realidad es el resultado de la manera de procesar con más énfasis y criterio analítico todo lo que vemos. La realidad que vemos es de acuerdo a cómo somos”.

Sus obras son un espejo de la realidad, como si se estuviera viendo a esta a través de una fotografía; sin embargo, el alma del artista siempre deja su impronta en la obra, con ciertos detalles cargados de expresión que van más allá de lo aparentemente realista. Cotidianeidades, mesas que sostienen frutas y pinceles, cuerpos que transmiten emociones como si estuvieran danzando una danza estática en el lienzo. El pincel de Hernán nos hace ver las cosas no solo como son, sino verlas como somos.

¿Qué fue lo que te acercó al arte?

Yo creo que fundamentalmente influyó mi carácter introvertido, era muy tímido y eso me hizo ser muy observador. No sé realmente en qué momento comencé a dibujar, porque siempre estaba haciendo garabatos.

¿Cómo es tu proceso creativo?

Toda obra es un poco el autorretrato del artista, porque se alimenta de todo lo que le rodea. El proceso cognitivo de todos los sentidos, uno lo guarda en su imaginario para luego manifestarlo en su obra.

¿Cuál considerás que es el aporte de la pintura realista en el contexto del arte contemporáneo?

El realismo contemporáneo está basado en el oficio de la pintura clásica, pero mucho más pragmático. Lógicamente comprometida con el universo contemporáneo, manejando códigos diferentes y muy personales.

“El arte es una filosofía de vida, no solamente se manifiesta en el contexto visual, pues su concepción siempre tiene un soporte filosófico y otro técnico”.

¿Qué cambios produjo la pandemia?

Definitivamente a todos nos obligó a reinventarnos, cerré mi estudio y talleres de enseñanza. Se hacían los talleres online y más todavía la producción de tutoriales para academias de arte; esto me abrió el espectro de temáticas, así como también la limitación de modelos, entonces aparecieron nuevas propuestas.

¿A qué se debe el título de tu reciente muestra La otra realidad?

Esta pandemia hizo que por sobre todo miremos primero nuestro interior y nuestra relación con nuestro entorno, descubrir la belleza de lo cotidiano y lo efímero de muchas cosas. La otra realidad es el resultado de la manera de procesar con más énfasis y criterio analítico todo lo que vemos. “La realidad que vemos es de acuerdo a cómo somos”.

¿Por qué el uso de nuestros encajes típicos en tu obra?

Los encajes no solo aportan su identidad cultural, sino además produce un efecto de estimulación visual, como arte óptico. El encaje ju es el que más te brinda movimiento, variedad y dinámica en la composición.

¿Cuándo sentís que tu obra está terminada?

Trato de no entregar la obra apenas termino, intento en lo posible darle un tiempo para volver a verla y si es necesario hacer algún retoque o veladura. Como la pintura es el resultado también de lo emocional, muchas veces te quedás con las dudas de las muchas variantes que pueda tener una obra.

¿Cuáles fueron las influencias en tus obras?

En los bodegones, mucha influencia de Sánchez Cotán y Giorgio Morandi; en la luz, muchas pinturas de la escuela tenebrista; pero últimamente, estoy pintando con una luz más abierta. Me mantengo siempre en contacto con grandes artistas, de manera que siempre voy introduciendo en mi universo influencias que puedan aportar a la obra.

¿Qué es el arte para vos?

El arte es una filosofía de vida, no solamente se manifiesta en el contexto visual, pues su concepción siempre tiene un soporte filosófico y otro técnico. La búsqueda del artista es un poco una utopía, pues uno va creando un objetivo, como un horizonte, y a medida que avanzamos… el horizonte está distante, pero esto es bueno, ya que te obliga a seguir en movimiento.

Hernán ha realizado más de 53 exhibiciones individuales y más de 450 colectivas de sus obras en galerías de arte, museos y centros culturales de todo el mundo, incluyendo China, España, Estados Unidos, Francia, Italia y Japón.