Se le llama “macho alfa” al líder de la manada, a aquel que elige la mejor parte de la comida y tiene acceso a todas las hembras del grupo, a quien está exento de mancharse las manos en trabajos cotidianos, como buscar comida y cobijo.
Por Javier Barbero
El estereotipo social suele referirse a aquellos jefes o directivos especialmente agresivos, e incluso a aquel hombre seguro de sí mismo y con aplomo que atrae mujeres por su fuerte presencia.
Los hombres se suelen sentir presionados para comportarse de esta manera. Macho alfa despierta la imagen del padre que deja claro que es él quien tiene el control total de su hogar y que, lejos de allí, se convierte en un jefe malhumorado y agresivo. Sin embargo, ese estereotipo es una mala interpretación de cómo se comporta el genuino macho alfa en una familia de lobos.
En el reino animal, los machos que mandan no lo hacen de forma forzada, ni dominante, ni agresiva con quienes le rodean.
“la principal característica de un macho alfa”, dice el especialista Rick McIntyre, “es una discreta confianza y seguridad en sí mismo. Sabe lo que tiene que hacer; sabe lo que más conviene a su manada. da ejemplo. se siente a gusto. Ejerce un efecto tranquilizador”.
Lo cierto es que el macho alfa no es agresivo, porque no necesita serlo. ahora bien, sabe ser duro cuando es necesario.
Hay muy pocas especies en las que los machos proporcionan comida y protección a las hembras y las crías durante todo el año. Las aves llevan comida a sus hembras y sus polluelos solo durante la época de cría. Entre algunos peces y algunos monos, los machos cuidan de sus hijos, pero solo mientras son pequeños. Los micos nocturnos transportan y protegen a sus recién nacidos, pero no les dan de comer.
Ayudar a obtener comida durante todo el año, llevársela a los recién nacidos, ayudar a criar a los hijos durante varios años hasta que alcanzan la madurez y defender a las hembras y a los jóvenes todo el tiempo contra los individuos que amenazan su seguridad, son un conjunto de atributos poco frecuentes en un macho. los humanos y los lobos tienen estas características.
Al estereotipo del macho alfa no le vendría mal una corrección. Los verdaderos lobos nos pueden enseñar varias cosas: a gruñir menos, tener más “discreta confianza”, dar ejemplo, mostrar una el devoción al cuidado y la defensa de las familias, respetar a las hembras, compartir sin problemas la crianza. En eso consistiría ser un verdadero macho alfa.
Actualmente, los estereotipos van dando paso a modelos más flexibles y situacionales, por eso el hombre alfa no necesariamente tiene que mostrar los dientes, seducir a cuanta mujer se le cruce por el camino o dominar el territorio.
Hoy es alfa quien…
Tiene seguridad en sí mismo: La auténtica seguridad viene cuando cada uno pone periódicamente a prueba su temple y sabe hasta dónde puede hacer y qué no puede lograr. Cuando uno lo sabe, hace lo que puede y no pierde energía, tiempo ni preocupación frustrado por lo que está fuera de su alcance.
Se enfrenta con tranquilidad a situaciones sociales: ya sean agradables, como conocer gente nueva, tratar a los amigos, o desagradables, como discutir y argumentar cuando el interlocutor está enojado, cuando hay imprevistos, quiebres inesperados o desafíos que exigen capacidad de respuesta.
Sabe cuándo ser líder o seguidor: cuando uno tiene confianza en sí mismo, puede ser mejor seguidor de otra persona que es mejor que uno en algo sin que se cree una guerra de egos.
Tiene sentido del humor: ¡Bendita la risa! Sobre todo para ponerle onda a cualquier situación dramática o difícil.
Hace que las cosas pasen por el bien común: a diferencia del matón, el auténtico macho alfa tiene claro qué quiere y suele conseguirlo porque hace ver a los demás las ventajas de que ello ocurra.
Es una persona educada: para él, la curiosidad es primordial y lo demuestra acercándose al conocimiento, mediante una educación formal o por su propia cuenta. no necesita un diploma, pero su educación le hace capaz de tener una mirada rica sobre la vida, las relaciones y el mundo.