La Fotografía como herramienta de autoconocimiento

Alegría González encuentra un sentido reflexivo en la fotografía. Capturando imágenes, con el objetivo de observar más detalladamente al mundo, da comienzo a una carrera que le permite leer, investigar, intercambiar, empatizar, así como observar a su alrededor.

Por Paz Marengo/Fotos Gentileza

En un periodo disruptivo de la artista, varios aspectos de su vida estaban cambiando, y como consecuencia, su mirada también. Empezó a tomar fotografías como una manera de pasar el tiempo y así asimiló su entorno por medio de la lente de una cámara.

¿Cómo te iniciaste en el mundo de la fotografía?

Empecé hace casi tres años con el celular, pasaba mucho tiempo moviéndome en bus por la ciudad y encontraba una cierta fascinación por los gestos. Era una manera de pasar el tiempo, pero también de empezar a mirar lo que me rodea. Unos amigos me recomendaron estudiar fotografía en La Obra y, de esa manera, inicié mi carrera desde un lugar más técnico que reflexivo.

¿Qué es lo que te apasiona del trabajo?

Lo que más me apasiona de trabajar con la fotografía es el espacio de libertad que genera, pues va ligado a una responsabilidad abismal. A partir de esa conciencia encuentro un espacio donde pasan las preguntas que me interpelan y donde puedo empezar a mirar verdaderamente a las demás  personas.

¿Cuál definirías como un momento clave en tu carrera?

En una oportunidad desarrollé el ensayo fotográfico titulado Un cuerpo en proceso de formulación. Durante su desarrollo, participé del taller Exploración de material y narrativas visuales, con la fotógrafa Liz Taza, de Lima, Perú, impartido en formato online. En julio del 2020, fui seleccionada en una convocatoria a nivel nacional para la realización de la primera residencia artística en línea, llamada Cyborgfeminista: Expo Pop Up Tech; y en octubre del mismo año, fui finalista para el premio Hippolyte Bayard al Ensayo Fotográfico. Por último, en mayo del 2021, fui seleccionada a la residencia artística Kaos, mujeres en residencia

“La fotografía me permitió enfrentar diferentes realidades y formas de expresión, tener un espacio de reflexión íntima y, a la vez, crear una metáfora compartida y universal con los demás”.

¿Qué estilo de fotografía es el que te brinda más satisfacción o disfrutás más de realizar?

No podría hablar de una sola rama o estilo, pero sí puedo hablar de la acción de fotografiar. Donde más disfruto y experimento es cuando trato de dar visibilidad a algo que no existe tangiblemente. A partir de ahí, se rehabilitan los diálogos internos y nace una necesidad de recordar y navegar la memoria mediante una narración que se presenta de manera abierta. El cambio profundo en los recuerdos orienta mi propia representación de mi experiencia y existencia en el espacio y el tiempo.

¿Algún momento memorable?

Es imposible reducirlo a un momento o una experiencia. Es todo el camino transitado. La fotografía no solamente permite solventar mi vida, sino que también me abrió muchísimas puertas para conocer personas de distintas latitudes de Latinoamérica, enfrentar diferentes realidades y formas de expresión, tener un espacio de reflexión íntima y, a la vez, me permitió crear una metáfora compartida y universal con los demás.