Lara Tomassi. Actriz, comunicadora y referente de la alta costura

Nos encontramos con Lara Tomassi en una tarde de noviembre, donde el embriagante aroma a flor de coco ya inundaba las veredas paraguayas, como anticipo del verano. En su mejor momento, nos cuenta cómo se consolida como actriz, una actividad en la que se viene preparando desde su adolescencia.

Por Gisselle Jara | Fotos Gloria Ferrés

 

Sus 1,82 metros de altura no pasaron desapercibidos en la cafetería donde nos dimos cita. Lara, que es muy conocida por su carrera como modelo y sus publicaciones en redes sociales, es una amiga muy querida de Level: fue protagonista de varias de nuestras producciones de moda y también es una referente de la alta costura paraguaya.

Stage I

En confidencia, Lara nos relató sus recuerdos más memorables, los que se remontan a sus primeros años. “Tuve una infancia maravillosa, nací en Asunción, pero crecí en Ciudad del Este”, localidad a la que se mudó con su familia debido al trabajo de sus padres.

Allí hizo muchos amigos que fueron como verdaderos hermanos, según afirmó. Con simpatía contó también que tiene varias cicatrices, producto de una y mil anécdotas, develando una niñez muy activa y libre, en la que sus días se dividían entre sus obligaciones escolares, paseos en bici por el barrio y encuentros con vecinos, en una época donde jugar en la calle no representaba peligro alguno.

“Hice todo tipo de deportes, desde vóley, natación y tenis hasta taekwondo. El deporte me acompañó desde siempre. Fui parte de la selección de vóley cuando ya vivía en Asunción”, respondía Lara ante mi pregunta sobre cómo lograba mantenerse con una figura tan esbelta y atlética. Aunque también afirma ser poseedora de una genética privilegiada que le permite comer de todo sin aumentar un solo gramo.

“Soy partidaria de que debemos celebrar la diversidad y que las personas deben elegir el camino que quieran, siempre y cuando, sea en un marco de respeto”.

Stage II

Luego de regresar con su madre y sus dos hermanos a Asunción, Lara describió cómo su nueva etapa repercutió directamente en su filosofía de vida. “Empecé la secundaria en el San Ignacio del Loyola, era todo nuevo para mí, tuve un grupo de amigos espectaculares, me adapté súper rápido. En ese tiempo, mi mamá, ya siendo una mujer grande, decidió estudiar Psicología comunitaria. Acompañamos todo ese proceso y conocimos ciertas situaciones donde había personas vulnerables sin acceso a las oportunidades que nosotros sí tuvimos. Fue desde entonces que empezamos a desarrollar una fase muy humana”.

Stage III

Gracias a ese paso, su sensibilidad hacia causas sociales se afiló a tal punto que terminó optando por estudiar carreras humanas. “Empecé cursando Filosofía, poco tiempo después me cambié a la de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Católica, donde me recibí de licenciada. En paralelo y desde lo 16 años, asistí a clases de actuación, primero en El Estudio, de Agustín Núñez; y luego, seguí la carrera de Actuación en el Taller Integral de Actuación (TIA), de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori”.

“La actuación siempre fue mi escape, y mi pasión, luego de terminar la facultad y de tener cierta estabilidad económica. Ahora, por ejemplo, me vinculé de lleno con mi grupo de compañeros, haciendo posible la realización de la obra El Club de las Feas”, subrayando que su gran desafío fue tomar por primera vez la responsabilidad de la producción junto a Amparo Velázquez.

“Fue un proceso muy difícil que generó mucha tensión, porque la producción es la columna vertebral en la que se sostiene toda obra. Estamos muy contentos, ya que cerramos un ciclo muy satisfactorio en el que tocamos temas sensibles, como la aceptación, los estereotipos, el bullying, el aspecto físico, enfocados desde el humor, ya que aporta códigos sin que caiga mal”, refiere al tiempo que menciona que ya está enfocada en sus próximos proyectos teatrales.

La moda, una pasión que surgió de la actuación

Su relación con la moda se remonta a una etapa de su niñez, momento en el que también soñaba con ser actriz de telenovelas. “Como en ese tiempo no tenía edad para que mis papás me llevaran a una escuela de actuación, vi, por medio de los desfiles, que era lo más cercano a una interpretación. Empecé a desfilar a los 11 y lo sigo haciendo. Nunca me preocupé por las prendas ni los peinados que mostraba, porque justamente me gusta jugar con el lenguaje corporal”, reveló.

“Me gustan los colores, la costura fina, delicada y perfecta, nunca voy a usar un vestido solo porque sea lindo. Soy fan del nivel de detalle de la confección”.

Su estilo

“Me define un look bastante casual y urbano, no tengo uno muy trabajado en cuanto a tendencia o moda. Llevo una vida de oficina, cumplo horario, viajo por trabajo, y por eso elijo prendas que se apliquen a mis actividades del día. Sin embargo, a la hora de elegirlas, lo hago por la calidad y el nivel de detalle de la confección”, concluyó Lara, quien antes de despedirse con un caluroso abrazo, nos recomendó cuidar la piel este verano, usando bloqueador solar las 24 horas.

“Me gusta mucho salir a comer, me encanta tomar vino y cervezas artesanales. Nada supera a una tabla de jamones con una buena cerveza”.

Fotografía GLORIA FERRÉS Producción VALERIA GALLARINI Coordinación General ROCÍO BÁEZ
Asistente de producción ELVA AQUINO Peinado ALEXIS GONZÁLEZ, para la Pelu Villa Morra Maquillaje ARTURO BAVERA, para KRYOLAN PARAGUAY Prendas MKAL by LARA CRISTALDO Joyas y accesorios RÊVER CONCEPT STORE Locación RAKIURA