Atrás quedó la escena clásica de entrar a una perfumería, probarse una fragancia en la muñeca y tomar una decisión apresurada. Hoy, elegir un perfume puede ser parte de una experiencia sensorial, casi un arte. Y eso es justamente lo que propone Le Parfum: transformar el acto de elegir un aroma en un verdadero ritual
Por Nora Vega Fotografía Guillermo Fridman
Le Parfum no es solo una tienda. Es un refugio olfativo. Un espacio donde el tiempo se detiene, donde cada fragancia se explora con calma, con una taza de café en mano, sin la presión de comprar. Un lugar donde las historias detrás de cada esencia cobran protagonismo, invitando a conectar con los sentidos desde otro lugar.
Inspirada por la elegancia, la autenticidad y la emoción que despierta un buen perfume, Le Parfum nació del deseo de acercar al público paraguayo las casas más exquisitas de perfumería del mundo. Muchas de ellas, verdaderos íconos del universo niche, reconocidas internacionalmente por su propuesta artística, su sofisticación y su capacidad de evocar recuerdos, emociones y hasta destinos.
Pero más allá del catálogo, cuidadosamente curado, la marca propone algo distinto. Una nueva manera de relacionarse con el perfume. Una que privilegia el descubrimiento, la conversación, la memoria sensorial.
Fragancias de nicho
Detrás del concepto está Donna Jacob, directora creativa del proyecto, quien lidera Le Parfum con una visión clara y estratégica. Su mirada combina sensibilidad estética, pasión por la perfumería artística y una vocación comercial orientada al crecimiento. Pero el sueño no sería posible sin el respaldo estratégico de su marido, Ben Jacob, presidente de la importadora Vía Brasil, firma con más de 30 años de trayectoria en el mercado paraguayo. Juntos, combinan legado empresarial con innovación sensorial, dando vida a una marca que está redefiniendo el universo de la alta perfumería en el país.
Con su división de lujo, Le Parfum Niche, la marca consolida un posicionamiento único de exclusividad con cercanía. “Queremos que cada cliente se sienta invitado, comprendido y acompañado. No vendemos solo perfumes, ofrecemos momentos, historias y emociones encapsuladas en frascos”, expresa Donna, con esa convicción que contagia y enamora.
La selección de fragancias es tan rigurosa como intuitiva. “Evaluamos la historia de cada casa, su calidad, su propuesta artística y su relevancia en el mercado internacional”, comenta. En las vitrinas de Le Parfum, brillan nombres como Nishane, Memo Paris, Thameen, Gritti y Sospiro, entre otras casas de perfumería de altísima gama. Cada una con un universo propio, con aromas que narran paisajes, culturas y sensaciones.
El creciente interés por las fragancias de autor revela un cambio cultural en el consumidor paraguayo. Hoy se valora lo auténtico, lo sensorial, lo que conecta con la personalidad profunda de quien lo lleva. En ese contexto, Le Parfum se posiciona como pionera de una nueva forma de consumir lujo.
Lanzar un concepto tan sofisticado en un mercado en desarrollo no fue tarea sencilla. Requirió educación, sensibilidad comercial y un profundo entendimiento del consumidor local, pero el resultado superó todas las expectativas. La respuesta fue fantástica.
Le Parfum proyecta la apertura de cinco nuevos locales antes de que termine el año. Actualmente, cuenta con dos locales abiertos y tres en obra los dos últimos comenzarán en julio, lo que consolida su expansión en diferentes puntos del país. Además, la marca se prepara para sumar 11 nuevas firmas internacionales a su portafolio, fortaleciendo así su propuesta ante un público cada vez más exigente y conocedor.