Les Éclats de Nuit: de Lanvin

La luminosidad es un resplandor vivo, un reflejo tornasolado de espontaneidad. Así son las fragancias de la familia Les Éclats de Lanvin.

Algunas personas ven colores; otras, perciben voces o sonidos de una claridad intensa. La familia Les Éclats posee una filosofía que pregona justamente ese carácter chispeante y ligero de las personas que ven más allá de los sentidos: la celebración de ese precioso instante en el que todo es posible.

Sonriente y hedonista, esta colección proporciona un punto de vista olfativo diferente al ofrecer a una mujer alegre y enamorada, perfumes libres y sinceros.

UNA COLECCIÓN FEMENINA PLURAL ÉCLAT D’ARPÈGE (2002)

Libertad. Modernidad. Feminidad
Una reinterpretación luminosa del mítico perfume Arpège (1927), concebido por Karine Dubreuil. Frescas y alegres, las notas apetitosas del melocotón y el limón dan paso rápidamente a un corazón delicado de hojas de té verde, lilas verdes y peonía. El fondo se desarrolla plenamente sobre un lecho de cedro y almizcles suaves.

ÉCLAT DE FLEURS (2015)

La generosa promesa de un concentradoromántico
El encanto bucólico y cítrico de un ramo floral afrutado y radiante, concebido por el dúo de perfumistas Anne Flipo y Nicolas Beaulieu, recuerda a un paseo bajo el sol. Tras un prefacio de pera, este ramo floral (jazmín, rosa y fresa) presenta unas sensuales notas de almizcles blancos y el sándalo.

ÉCLAT DE NUIT (2018)

Un concentrado de sensualidad a flor de piel
Fabrice Pellegrin compuso este floral afrutado oriental, comenzando por su corazón, compuesto por un acorde de jazmín y flor de azahar, al que le añadió grosella negra combinada acertadamente con manzana roja (guiño al carácter chispeante de la juventud) y esta nota de praliné mezclada con la vainilla y el sándalo para un efecto espontáneo y adictivo.

UNA GRAN SENSUALIDAD

Líneas intemporales y detalles preciosos, el frasco esférico hace que cada una de las tres creaciones sean intensamente deseables. Sus hermosas curvas repletas de júbilo representan perfectamente una visión natural y espontánea de la feminidad.

Un guiño a la hija de Jeanne Lanvin, es la margarita impresa sobre el vidrio de la suave curvatura de sus pétalos. ¿Quién no soñaría con tener en la palma de la mano este frasco-joya coronado con un cierre culminado con un diamante blanco y ornamentado con dos anillos en oro blanco, símbolos del amor a la vida?