Los 120 años de San Pellegrino

Casi diez años atras, Julia Roberts, en la piel de Liz Gilbert, nos emocionaba llegando a Roma para comenzar una aventura, su año sabático en “Eat, pray, love”. Muchos de nosotros –estoy segura– soñamos con hacer lo mismo: tomar esa decisión, armar las maletas, encontrar un destino y partir rumbo ala aventura del disfrute y del autoconocimiento.

Por Gabriela Fines / Fotos gentileza

Personalmente hay una frase que me marcó:“Il dolce far niente”o “la dulzura de no hacer nada”. Para mí, es casi el nivel de suprema felicidad, una felicidad a la italiana.

Cuando pienso en Italia mi mente vaga por los salones de la Villa Borghese, por las tiendas de la Via Tornabuoni en Firenze, por los cipreses de la Toscana, por el Hotel Danieli en Venecia, por la Villa Oleandra, por el lago di Como, de George Clooney, por las trufas de Alba y, por supuesto, por sus vinos.

Pero cuando abro los ojos y despierto a mi realidad, trato de aferrarme y seguir viviendo a la italiana. Lo primero que hago:cocinar. Reunión de amigos, platos simples, buenos vinos, compartir historias y S. Pellegrino acompañando mi mesa.

Es muy importante para mí que los platos sean deliciosos, unas copas adecuadas para mis vinos y que el agua sea de calidad. Es una experiencia completa.

¿Y PORQUÉ S. PELLEGRINO?

Porque desde hace 120 años viene acompañando la vida a la Italiana, mejorando momentos sabrosos y haciéndolos únicos.

La historia comienza con la magia de la naturaleza. Nace en el pueblo de San Pellegrino Terme, provincia de Bérgamo, que era conocido, incluso, en la Antigüedad por su agua saludable. El manantial S. Pellegrino se ha convertido, recientemente en objeto de intensos estudios geológicos e hidrológicos, que incluyeron una investigación geofísica en las profundidades del subsuelo.

El manantial S. Pellegrino, provincia Italiana de Bérgamo, se ha convertido, recientemente, en objeto de intensos estudios geológicos e hidrológicos, que incluyeron una investigación geofísica en las profundidades del subsuelo.

¿QUÉ ES UN AGUA MINERAL?

Es un agua natural originada en una capa freática o depósito subterráneo y emerge de un manantial. Sin embargo, este simple producto adquiere características y atributos diferentes, y particularmente complejos, cuando es enriquecido con minerales, a medida que se mueve a través de terrenos con distintas composiciones.

Para S. Pellegrino, el agua proviene del deshielo y de la lluvia que se infiltra por las altas cumbres de los Dolomitas (a unos 1200, 1300 metros de altitud), y tarda, al menos, 30 años en llegar a su manantial, ubicado a los pies de las montañas, a unos 350 metros de altitud.

Durante el proceso, el agua es enriquecida de manera natural con sales minerales y oligoelementos esenciales, como el calcio y el magnesio.

El agua de S. Pellegrino adquiere sus burbujas y su perlage único, gracias a la adición de dióxido de carbono, originario de la mina natural. Este equilibrio perfecto de CO2 le añade acidez y prolonga su aroma y sabor, aportándole también una nota ligeramente amarga, que la ha convertido en un agua inconfundible en todo el mundo.

CIEN AÑOS Y DOS DÉCADAS

S. Pellegrino cumple 120 años acompañando cada momento sublime, cada encuentro con la alta gastronomía y con las comidas sencillas de la vida a la italiana.

Este festejo cuenta con una botella especialmente diseñada para la ocasión, evocando destello de diamantes; un festejo que queremos celebrar en todo el mundo, porque todos merecemos ese suspiro maravilloso y un brindis, diciendo: Il dolce far nient.