María Lys Franco Galeano presentó su primera exposición individual titulada Naturaleza expresiva en los salones de la Galería Matices, donde exhibió una colección de alrededor de 30 obras, todas ellas pintadas con la técnica del óleo. La muestra fue curada por Félix Toranzos, quien no solo supervisó la selección de obras, sino que también colaboró artísticamente, creando obras en conjunto.
Por Nora Vega | Fotos Alejandra Laterra
La Galería Matices, ubicada en Cruz del Defensor 241 y Quesada, en el pintoresco barrio Villa Morra, acogió durante tres semanas esta colección de aproximadamente 30 piezas pintadas al óleo, que abarcó una variedad de formatos, desde obras de gran envergadura hasta aquellas de dimensiones más reducidas. A su vez, la artista —que es diseñadora de alta costura— presentó también una colección cápsula de sus obras sublimadas en telas, que se vendieron en su totalidad el mismo día de la inauguración.
El eje central de su obra (y de su vida) refleja su devoción por la creación divina. “El universo, la maravilla que Dios creó, que es perfecta, la naturaleza, los amaneceres, las plantas, las flores; todos estos elementos que nos rodean son una fuente constante de inspiración”, dijo.
“Cada uno de mis cuadros es una manifestación de mi alma”, explicó María Lys. “Cada uno tiene su propio significado y me cautiva de manera única. Pero, de entre todas mis creaciones, la que más arraiga en mi ser es la imagen del atardecer con los lapachos, mis árboles predilectos. La visión de la Basílica de Caacupé con su cruz resplandeciente al fondo durante el ocaso evoca una profunda resonancia en mi ser interior. Esta conexión con la cruz es un recordatorio de que Dios es el soberano del universo y de nuestras vidas”, subrayó.
María Lys busca que sus obras despierten emociones en los espectadores, que sientan sus propias experiencias y sentimientos internos. “Al contemplar una de mis obras, deseo que las personas revivan emociones pasadas, que rememoren momentos significativos de sus vidas. Por ello, opté por no titularlas, para que cada uno se conecte personalmente con la experiencia que les brinda mi arte”, resaltó.
La ausencia de nombres en las obras de esta artista es intencional. “Quiero que el espectador no se sienta limitado por una etiqueta, sino que pueda encontrar su propia interpretación y sumergirse en su mundo interior. Cada espectador se convierte así en un cocreador, participando activamente en la experiencia artística”, declaró.
En su búsqueda continua de expresión artística, ahora María Lys se encuentra explorando el mundo del grafito con el valioso apoyo de Félix Toranzos, quien la está guiando en esta nueva aventura. “Mi trayectoria artística es un viaje constante, un proceso de transportar mi ser interior a un reino de paz y creatividad. Para un artista, cada día es una oportunidad para pintar y cada lienzo es una oportunidad para plasmar lo que habita en su interior”, expresó.
PALABRAS DEL CURADOR FÉLIX TORANZOS
“He encarado este trabajo para poder sacar más de la expresión de la pintura de María Lys. Descubrí una intención segura del lenguaje y la forma de encarar un proyecto creativo. Mi lejana relación con el óleo hizo posible que yo descubriera una forma nueva de pintar y expresar, y eso lo descubrí con este acompañamiento. Es lo que yo digo siempre, enseñando se aprende también. Mi experiencia como profesor me permitió descubrir que todos tenemos una única forma de crear o pintar”, manifestó Toranzos.
Y continuó: “La pintura de María Lys ya tenía una ruta trazada. Yo no le enseñé a pintar, sino a abrir más su campo creativo. Ella ya tenía su lenguaje, sus colores, sus temas, sus pinceladas, su discurso expresivo. Lo que hicimos juntos es abrir nuevas posibilidades de crear y pintar. El encuentro fue recíproco: yo descubrí nuevas alternativas pictóricas con una nueva técnica y ella, por supuesto, otras posibilidades creativas. De eso se trata esta experiencia, de descubrir lo que estamos destinados a realizar”, enfatizó