Algunas personas disfrutan de hacer pequeños rituales para despedir un año y empezar otro. Buscan el medio que les permita mejorar su estilo de vida y se disponen, con la mejor actitud, a crear nuevas condiciones para su desarrollo personal.
Por Javier Barbero
Es un clásico anotar en las páginas de una libreta aquellos comportamientos, actitudes, creencias, temores o emociones que se desea trascender; para después quemarlas a modo de despedida; y en contraparte, escribir los anhelos en hojas de colores y pegarlas en el escritorio, en el espejo del baño, en la heladera como anclas para la mente y el corazón.
Si bien los rituales son ancestrales y se practican desde las cavernas, desde el coaching te propongo que eches una mirada a algunas dimensiones de tu vida, a fin de que en Año Nuevo puedas predisponerte a crear las condiciones para que ciertos hechos o estados de materialicen.
Hagamos un check
Dinero. ¿Tus ingresos te permiten llevar el nivel de vida que deseás? ¿Estás conforme con el dinero que manejás en el
día a día? ¿Te sentís agobiado por todas las deudas que has contraído?
Ocio. ¿Disfrutás de tu tiempo libre? Podés evaluar si contás con poco o mucho tiempo libre, pero suele ser más importante pensar en la calidad y el aprovechamiento del que tenés.
Amor. Con el fin de valorar el vínculo de pareja, ¿qué tal funciona tu relación conyugal? ¿No tenés pareja y la buscás en la actualidad? No se trata de establecer fórmulas ganadoras ni perdedoras, sino de proponerte, tal vez, estar con apertura para volver a enamorarte.
Hogar o entorno vital. ¿Te encontrás bien en el lugar donde vivís? Puede que aún vivas con tus padres en una casa cómoda pero, ¿estás disfrutando plenamente de tu libertad? ¿te gustan tu casa, barrio, ciudad y país de residencia?
Trabajo o desarrollo profesional. ¿Te levantás cada mañana contento para ir a trabajar? ¿Te sentís motivado y satisfecho con tus funciones? ¿Mantenés buenas relaciones laborales? Es decir, ¿te llevás bien con tu jefe y tus compañeros de trabajo o preferirías ser tu propio jefe? ¿Perdiste el trabajo y ahora estás desempleado?
Revisar tus aspectos de vida es una responsabilidad personal que nadie puede hacer por vos y que depende de que te regales un espacio para ponerte metas.
Familia y amigos. En este punto evaluarás las relaciones que tenés en los ámbitos privado y personal. ¿Te llevás bien con tus padres, tus suegros, tus amigos, tus hijos, etc.? ¿Hablás a menudo con tus familiares, aunque no los veas mucho? ¿salís frecuentemente con los amigos? ¿Tenés pocos amigos, de esos buenos y de toda la vida, o una larga lista de conocidos?
Salud. ¿Estás contento con tu estado psicológico y físico? Posiblemente pienses que ya va siendo hora de que adquieras hábitos más saludables, como dejar el cigarrillo, practicar deportes, alimentarte de forma más sana o aprender a no preocuparte por todo.
Crecimiento personal. ¿Te sentís realizado por hacer aquello que siempre quisiste? al margen de tu actividad profesional, puede ocurrir que pretendas aprender otro idioma, por extraño y poco útil que sea, o que te llame la atención el coleccionismo, alguna cultura lejana o participar en asociaciones benéficas. Son solo ejemplos para delimitar aquellas materias de conocimiento que siempre te has propuesto aprender. Quizá no tengas mucha idea de qué falta para completar tu desarrollo a nivel personal y te parezca todo fantástico, aunque en este caso, ¿qué te emociona y entusiasma?
El ritual más poderoso del año es detenerte un momento, respirar… y mirar tu corazón. allí viven tus pendientes… y aunque te vayas de vacaciones, lo que está pendiente como necesidad interior, va a acompañarte a la playa para recordarte -en el momento menos pensado- que necesita que le mires y hagas algo.