No me olvides

Una cocina del corazón

Corazón, garra, pienso y sobre todo pasión son los ingredientes infalibles de la cocina de No me olvides. En una nueva casa y locación, después de siete años, este restaurante se mantiene fiel a sus comensales, quienes llegan en busca de una cocina sencilla y llena de emociones que evocan las cocinas del mundo.

Por Gisselle Jara | Fotos de Guille Nuñez

Las luces iluminan, como bóvedas translúcidas, a los comensales que parecen seres celestiales. A un costado, el gran mural con la imagen de un niño sentado de espaldas mirando el espacio sideral es un pasaje en el tiempo donde podemos revivir los recuerdos más felices de nuestra infancia.

La arquitectura de no me olvides no fue hecha por azar, sino al contrario, la intención del restaurante es evocar los aromas y los sabores de la vida, pero sin competir con ellos.

Atravesando el salón principal, el pergolado está rodeado de grandes vitrales con cortinados, cuyos lienzos ondeados por el aire esconden el gran tesoro de no me olvides: un añejo árbol de lapacho que sobrevive al tiempo; un guardián de sabores y esencias de su cocina. Las arañas también enarbolan el lugar, las cuales cuelgan del techo de vidrio dejando al descubierto la copa del coloso.

El mural de No me olvides, una idea de Maika Rasmussen, amiga de la casa, fue pintado por el artista peruano Jade rivera, quien llegó para a nuestro país el año pasado para participar del evento Latido Americano. El artista plasmó en esta obra de arte del manifiesto del restaurante.

Finalmente nos encontramos con una terraza, frente a la gran fachada de No Me Olvides, la cual presenta hendiduras en los muros y amplios ventanales, similares a las casas del centro de asunción del siglo pasado. todo esto fue creado por la Arq. Matilde Sakoda y la decoradora Gabriela Chaves.

La carta

Esta mezcla de estilos arquitectónicos son la muestra del espíritu gastronómico de no me olvides, donde la cocina del mundo es la gran inspiración de la carta. Por ejemplo, la idea del bao (pan al vapor de masa semidulce, con pedazos de pollo marinado en salmuera, miel, hierbas, limones y ajo, encima de una ensalada de repollo, un toque mayonesa casera y hojas de cilantro), proviene de la experiencia que tuvieron los propietarios en un barrio taiwanés de alguna gran ciudad estadounidense. El pan se hornea en el restaurante y la receta está adaptada al comensal paraguayo.

Si bien la carta del restaurante es permanente, a la par, su chef está desarrollando una carta de invierno en la que los ingredientes principales son las verduras y los aromáticos de estación; recetas que son un bálsamo para el alma en los días fríos. La carta de cada temporada tendrá siempre tres entradas, cuatro fondos y un postre.

Los cuatro tragos de no me olvides tienen también un lugar especial en la carta. Sugerimos probar el gin tonic, ya que el gin es macerado en jarrones durante 30 días, con sabores que fusionan menta, pepino, canela, murucuyá con guayaba y el sabor especial del mes, que varía de acuerdo a las frutas de estación.

Por último, no podemos dejar de lado a los postres. la maestra repostera de No Me Olvides se luce desentrañando sabores sencillos que reviven nuestra niñez, pero sin opacar los recuerdos que cada uno tiene de su infancia.

No Me Olvides

Cruz del Chaco esquina Alberto de Souza

Reservas: (0981) 975 972

Abierto de lunes a jueves de 20:00 a 23:30, viernes y sábados de 20:00 a 00:30, domingos de 11:30 a 14:30