Tasmania es una isla y estado ubicado al sureste de Australia. A menudo se le llama cariñosamente Tassie. A pesar de su tamaño relativamente pequeño en comparación con el resto del continente, ofrece una variedad sorprendente de paisajes naturales, vida silvestre única, cultura rica y una historia que vale la pena conocer.
Por Srita. Méndez
La mejor manera de aprovechar al máximo este destino es realizando un road trip. Aunque existen hoteles en cada ciudad, la aventura más emocionante es contratar una caravana o casa rodante para recorrer la isla de principio a fin. Tasmania sorprende con playas paradisiacas, uno de de sus principales atractivos, llenas de canguros y animales silvestres, miradores y puntos claves para conocer y degustar los platos más increíbles.
Lo que más me impresionó es como, durante el recorrido, las encantadoras ciudades y pueblitos presentaban diferencias llamativas entre sí. A medida que uno se adentra en los parques nacionales los paisajes atrapan por completo. La parte norte se destaca por sus viñedos, impresionantes montañas que se atraviesan en el camino y granjas de ostras.
Un destino repleto de experiencias y sensaciones
La isla es famosa por sus productos locales frescos, como mariscos, carne, frutas y vinos. Hay una gran cantidad de mercados de agricultores y festivales de alimentos donde los sabores únicos de la región son protagonistas. Creo que Tassie fue el lugar en el que mejor comí de toda Australia. Hay viñedos con catas y degustaciones de mariscos que también ofrecen alternativas de picnics. Por otro lado, las zonas más altas y frescas tienen una gastronomía espectacular. Uno de los imprescindibles es probar los platos típicos, como el wallaby, una especie de canguro; ostras frescas o al estilo australiano cocinadas con salsa barbacoa; sus vinos y pasteles de hojaldre con diversos rellenos de carne, pollo, mariscos, entre otros.
Tasmania tiene una cultura rica e interesante, con una fuerte influencia aborigen. Los nativos tienen una historia que se remonta a miles de años y sus tradiciones todavía son importantes. Además, Tasmania tiene un pasado colonial y alberga numerosos sitios históricos, como la prisión de Port Arthur, que es ahora Patrimonio de la Humanidad.