Sophia Webster, con alas en los pies

La diseñadora británica Sophia Webster nació en Sudáfrica en 1985. De adolescente se formó como bailarina, y luego se volcó a los estudios de arte y escultura. Al darse cuenta de que su pasión eran los zapatos, decidió estudiar diseño y convertirse en diseñadora de calzados.

Por Valeria Gallarini

Graduada de distinguidas universidades, como el London College of Fashion y el Royal College of Art, la joven Sophia Webster trabajó como aprendiz con Nicholas Kirkwood. Trabajó en pequeñas empresas que se dedicaban a la confección de calzados, hasta que creó su marca epónima en el 2012, debutando con su primera colección Spring-Summer 2013. Sus diseños tuvieron un éxito inmediato, por lo que se adjudicó el premio de Diseñadora Emergente de Calzados del Año de Condé Nast y del British Fashion Award en el 2013.

Sin lugar a dudas, su base en bellas artes y su gran creatividad son los ejes que han hecho de Sophia una exitosísima diseñadora. La estética de su marca es reconocible inmediatamente y va expandiéndose en nuevas líneas y nuevos países año tras año. Además, Webster ha colaborado con importantes marcas, tales como Puma, Barbie, Coca-Cola, J.Crew y Patrick Cox.

En el 2016, fue la primera mujer diseñadora de zapatos en recibir el prestigioso premio de Vogue Fashion Fund. En el verano de 2019, la Universidad de Montfort le otorgó un doctorado honorario en diseño, gracias a su contribución al diseño de zapatos.

La creatividad como protagonista

Entre sus innovaciones se destacan su línea de zapatos upcycled, que incluye materiales de desechos de colecciones anteriores para la creación de nuevos diseños. También fue la primera marca de lujo en lanzar calces más inclusivos con su línea Extended Sizes, que va hasta el tamaño 46 en zapatos femeninos.

Su marca es una de nicho, conocida en todo el mundo, y sus diseños son deseados por millones de mujeres. Se ha posicionado en Londres como una de las marcas preferidas de las londinenses, caracterizándose por sus diseños alegres, coloridos, hiperfemeninos y llamativos. Sus zapatos son supercreativos, pero no sacrifican la comodidad.

Uno de sus modelos más famosos es la sandalia de taco stiletto con alas de mariposa calada en los más variados materiales. Este modelo lleva el nombre de Chiara Sandal y es el best seller y emblema de la marca. El motivo de la mariposa es tan popular, que la marca apoya a una fundación que se dedica a la conservación de mariposas en peligro.

Su marca se vende en más de 200 tiendas de lujo de todo el mundo, incluyendo Selfridges, Net-A-Porter, Saks y Harvey Nichols. Pero en sus inicios, no todo fue glamour. Empezó haciendo telemarketing para costearse la universidad y durante sus estudios, su primer trabajo en moda fue diseñar zapatos para una marca china. Gracias a su trabajo de diseño para otras marcas pequeñas, pudo hacer un máster en Diseño de Calzados en el Royal College of Art.

Sophia asegura que el haber trabajado con marcas pequeñas le ayudó mucho al momento de crear su propia marca, ya que en esos pequeños emprendimientos se observan con precisión los distintos factores que inciden en el proceso de diseño, confección y mercadeo, mientras que en marcas muy grandes uno adquiere una visión limitada.

Esta experiencia le dio una visión amplia del rubro, lo que le permitió conocerlo muy bien antes de lanzarse con su propia marca; y cuando lo hizo, tuvo que ponerse varios sombreros, ya que no podía contratar a otra persona, y debió hacer mucho más que limitarse a diseñar: se ocupó de la producción, del marketing, de la comunicación y de las ventas online, además de toda la parte legal y administrativa.

Por supuesto que siendo esta empresa casi como un hijo más, es imposible no estar emocionalmente involucrada con la marca. Pero la práctica le ha enseñado a usar la cabeza por encima del corazón en el momento de tomar decisiones empresariales y de tomar posturas más pragmáticas y no tan emocionales, sin dejar de lado su instinto y sus valores.

Hoy en día su marca es un pequeño imperio, administrado y gerenciado como una empresa familiar que comparte con su marido, quien se desempeña como CEO de la firma. Sus diseños son aclamados por celebridades y fashionistas de todo el mundo, y su nombre se ha vuelto sinónimo de zapatos divertidos, eclécticos, coloridos y llenos de alegría.