La cultura va definiendo orgánicamente lo que considera lujo. Solo un par de décadas atrás, el lujo estaba directamente relacionado con el valor, la inaccesibilidad, lo ostentoso. En años más recientes, el concepto de lujo se ha ido redefiniendo. Recuerdo un par de ediciones atrás cuando hablaba sobre cómo el tiempo se había convertido en un lujo, o cuando entendíamos el lujo como experiencias extraordinarias.
Por Valeria Gallarini Sienra
Hoy en día, la cultura y el comercio pospandémico han creado nuevos valores en el consumidor que han alterado lo que se percibe como lujo. El desarrollo de una conciencia social agudizada por la crisis ambiental y la influencia de las redes sociales; la nueva generación de consumidores jóvenes, que han crecido escuchando la palabra sustentabilidad, genuinamente preocupados por el medioambiente; y el hecho de haber vivido un momento histórico paradigmático que ha puesto en la mira nuestros valores como sociedad, nos han catapultado a encontrar un nuevo sentido.
Estamos ante un nuevo concepto de lujo, que ofrece servicios conscientes y que busca el empoderamiento de comunidades y, por sobre todo, la sostenibilidad. En esta era, el lujo también es consciente.
El nuevo lujo encarna el concepto de la economía circular y se complementa con un proceso de fabricación con eficiencia energética y sin residuos, desde la proveniencia de la materia prima hasta la venta en tienda.
La ética ambiental y humana se ha vuelto absolutamente relevante en este proceso que busca el empoderamiento de las comunidades y sectores menos favorecidos, la puesta en valor de productos hechos a mano, tradicionales y empapados de valores.
EL NUEVO LUJO ENCARNA EL CONCEPTO DE LA ECONOMÍA CIRCULAR Y SE COMPLEMENTA CON UN PROCESO DE FABRICACIÓN CON EFICIENCIA ENERGÉTICA Y SIN RESIDUOS, DESDE LA PROVENIENCIA DE LA MATERIA PRIMA HASTA LA VENTA EN TIENDA
YA NO TODO LO QUE BRILLA ES LUJO
Hoy en día, un accesorio creado por artesanas de Cateura con los residuos tecnológicos que van a parar a la basura, recolectados, procesados y reutilizados son tan valiosos en la percepción del consumidor, así como una joya. El nuevo lujo consciente va más allá del objeto dorado, otorgando valor al objeto en el cual ven funcionalidad, sostenibilidad e innovación.
En el mercado del lujo siempre se ha destacado la exclusividad. Nuestros tejidos nativos de caraguatá, realizados a mano con materiales orgánicos, de manera tan artesanal que nunca uno es igual a otro, pueden llegar a ser tan lujosos como un tejido de cashmere de una gran marca europea.
Juan De León, coeditor del libro El nuevo lujo, explica que “el nuevo lujo no trata de lo que es nuevo, sino de lo que es importante. Principalmente lo que estamos viendo es una redefinición del valor. El consumidor espera calidad, propósito y un grado de credibilidad cultural de sus compras”.
El nuevo lujo está cargado de ideales y rechaza todo aquello que no sea renovable, que sea sinónimo de explotación, que no es justo ni fue producido ética y conscientemente, que degrada al medioambiente y que no puede ser reutilizado.
Este nuevo mercado del lujo se ancla en la filantropía y requiere de una narrativa en la cual las palabras claves son artesanal, fairtrade, orgánico, tradicional, único, original, biodegradable y sustentable.
Como paraguayos debemos abrir los ojos frente a las enormes posibilidades que desvela este despertar social del mundo del lujo y empezar a ver todo el potencial que tenemos en manos de indígenas, artesanos y diseñadores de moda nacional.
Valorar lo nuestro es el primer paso que ya está dado como sociedad, ahora nos queda pendiente buscar y perseguir el posicionamiento internacional, que gracias a iniciativas del sector público, así como marcas y proyectos que están apostando por llegar a esta meta.
NUESTROS TEJIDOS NATIVOS DE CARAGUATÁ, REALIZADOS A MANO CON MATERIALES ORGÁNICOS, DE MANERA TAN ARTESANAL QUE NUNCA UNO ES IGUAL A OTRO, PUEDEN LLEGAR A SER TAN LUJOSOS COMO UN TEJIDO DE CASHMERE DE UNA GRAN MARCA EUROPEA.